El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este martes durante una conferencia de prensa que suspenderá la inmigración a la nación norteamericana por 60 días, en medio de la pandemia de coronavirus.
La moratoria se aplicará solo a los inmigrantes que buscan permisos de residencia permanente —las llamadas ‘green cards’—, y podrá ser reevaluada «dependiendo de las condiciones económicas».
«La lucha contra el enemigo invisible afectó a los trabajadores, millones de estadounidenses sacrificaron su trabajo para combatir el virus y salvar vidas. Tenemos el deber de devolverles su trabajo», declaró Trump.
«Al pausar la inmigración, ayudaremos a poner a los estadounidenses desempleados en la primera línea de trabajo a medida que Estados Unidos se reabre», justificó su decisión el inquilino de la Casa Blanca, agregando que «sería incorrecto e injusto que los estadounidenses despedidos por causa del virus sean reemplazados por nuevos trabajadores inmigrantes enviados desde el extranjero».
Trump anunció que es «muy probable» que firme la orden ejecutiva al respecto este miércoles, al tiempo que agregó que el documentó incluirá excepciones para algunos grupos de personas.
El presidente afirmó asimismo que su Administración estudiará medidas adicionales relacionadas con la inmigración para «proteger a los trabajadores estadounidenses». «A medida que avancemos, los protegeremos cada vez más», aseguró Trump, agregando que su decisión de suspender la inmigración por 60 días también «ayudará a conservar recursos médicos vitales para los ciudadanos» del país.
Críticas
La nueva medida de Donald Trump ya ha recibido varias críticas. «Los inmigrantes están en la primera línea de la respuesta al coronavirus, poniendo en riesgo sus vidas para asegurarse de que nuestras comunidades estén alimentadas, sean saludables y seguras. La Administración Trump necesita dejar de usar esta pandemia como cobertura para implementar su agenda xenófoba«, escribió en su cuenta de Twitter la senadora Elizabeth Warren.
«Realmente creo que la Estatua de la Libertad está llorando. Es anti-estadounidense«, manifestó la exsecretaria de Estado Madeleine Albright.
Entre tanto, otros sugirieron que la orden presidencial no va a marcar ninguna diferencia, ya que no afecta a los trabajadores temporales.
Con información de RT
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