La proximidad en el tiempo del terremoto que azotó a la isla japonesa de Kyushu el viernes 15 de abril y el que causó al menos 413 muertos en Ecuador un día después tiene preocupados a muchos.
Y esa preocupación ciertamente se ha visto alimentada porque la coincidencia ha llevado a muchos medios a informar sobre otros sismos que en diferentes circunstancias no habrían reportado.
Un ejemplo es el temblor de magnitud 5,8 en la escala de Richter que se sintió cerca de Tonga el domingo 17 por la mañana, cuando la mayor parte del mundo apenas empezaba a tomar conciencia de lo sucedido en tierras ecuatorianas.
Y pronto, con la ayuda de las redes sociales, muchos también terminaron descubriendo que en días anteriores había temblado en lugares tan lejanos como Birmania, Indonesia y Vanuatu.
Así las cosas, las preguntas no se han hecho esperar.
¿Nos están diciendo algo todos esos movimientos telúricos?
¿Es la cercanía temporal de sismos mortales en Japón y Ecuador algo más queuna simple coincidencia?
En el Cinturón de Fuego
La respuesta en ambos casos es un categórico no. Es decir, no hay conexión alguna entre los sismos.
Y lo único que tienen en común los Japón y Ecuador es que ambos tuvieron lugar en abril y los dos causaron víctimas mortales.
«Japón y Ecuador están tan separados uno del otro como es posible estarlo en este planeta», explica Roger Musson, sismólogo del British Geological Survey.
«Y sus placas tectónicas son diferentes», le dice a BBC Mundo.
Efectivamente, ambos países están ubicados sobre el llamado «Cinturón de Fuego del Pacífico», pero el terremoto de Ecuador fue causado por la subducción de laplaca Nazca debajo de la Sudaméricana.
Mientras que el sismo de Kyushu –que produjo al menos 42 muertos– fue producido por una falla superficial ubicada sobre una placa completamente diferente: la placa Euroasiática.
Y eso también hizo que desde el punto de vista sismológico los dos terremotos también fueran completamente diferentes.