El primero de enero entró en vigencia la Agenda de Desarrollo Sostenible, la cual marcará la lucha contra la desigualdad de los próximos quince años. Lo esencial es la aprobación de los indicadores que medirán si los países cumplen o no con éxito sus objetivos.
La agenda fija una lista de 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas, las cuales buscarán acabar con la pobreza extrema y el hambre, disminuir los índices de desigualdad, acabar con todas las formas de violencia contra las mujeres, entre otras medidas.
El experto en Cooperación Internacional para el Desarrollo, Pablo Martínez Osés, afirmó en una entrevista publicada por el medio español “El Diario” que se han caído varios indicadores de la agenda relacionados con mujeres, como el porcentaje de mujeres propietarias de tierras agrícolas y el tiempo semanal medio de recolección de agua desagregado por sexo. Las variables de género encuentran la oposición, sobre todo, de “países occidentales conservadores y países árabes” aunque, a menudo, cuando un indicador se queda en el tintero suele justificarse con falta de datos o dificultad para medir con exactitud la variable y generar un cambio.
El mayor reto de la agenda mundial contra la pobreza, según la responsable de Incidencia Política de la Coordinadora Española de Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo (ONGD), es que existe el peligro de que los países elijan entre objetivos y no se avance con rigurosidad. “Esto no es un buffet para elegir, tiene que ser un compromiso conjunto y global”, dijo al medio europeo.
A partir del próximo año, los países deberán responder sobre sus índices de pobreza y desigualdad, para avanzar y lograr -en conjunto- una mejor sociedad.
Por Francisca Arriagada.
El Ciudadano
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