La sociedad británica sigue dividida respecto al impacto del Brexit, así lo reflejó uno de los estudios que forma parte de la serie «Encuestas sobre Actitudes Sociales Británicas», que desarrolla NatCen.
A cuatro años después del histórico referéndum y a menos de tres meses de la retirada completa de la Unión Europea, la mitad aproximada de la población (51 por ciento) cree que la economía empeorará como resultado de la separación del bloque comunitario, frente al 40 por ciento que opinaba lo mismo en 2015.
El informe precisa que «la confianza en la política se hundió a consecuencia del Brexit pero que está políticamente más alerta».
La inmigración fue una cuestión clave en el plebiscito de 2016 y la última entrega del sondeo de actitudes sociales refleja una tendencia opuesta al libre movimiento de ciudadanos de la UE.
Así, seis de cada 10 personas (62 por ciento) afirma que los nacionales de la UE deben ser obligados a solicitar permiso de residencia en Reino Unido.
El porcentaje crece al 65 por ciento entre los que creen que el mismo principio debe aplicarse a los británicos que deseen vivir y trabajar en el bloque comunitario.
“La mayoría de los votantes desea que se termine la libertad de movimiento, pero las propuestas de inmigración del Gobierno parece que son más restrictivas de lo que muchos quieren”, señaló el académico sir John Curtice, jefe de investigación en el NatCen.
El profesor de Políticas en la Universidad de Strathclyde, en Escocia, se refiere en concreto a las actitudes de los británicos respecto a la admisión de extranjeros en función a su capacidad laboral.
El Gobierno de Boris Johnson ha propuesto un sistema de puntos que favorecerá a inmigrantes con formación y títulos profesionales, pero la mayoría de consultados coinciden en que “el trabajo que uno realiza debería marcar la diferencia”.
Así, el 80 por ciento cree que los médicos deben tener prioridad en el acceso de un visado para trabajar en Reino Unido, pero solo el 18 por ciento opina lo mismo de los banqueros.
Al mismo tiempo, el 60 por ciento piensa que los asistentes sociales deben ser un sector prioritario, pero este porcentaje cae al 18 por ciento cuando se trata de personal de limpieza en un hotel.
El Estudio de Actitudes Sociales Británicas refleja además una sustancial pérdida de confianza en la clase política: el 34 por ciento dice que jamás confía en el gobierno y solo el 15 por ciento indica que “a veces” o “casi siempre” se fía del Ejecutivo.
Por el contrario, el Brexit ha estimulado el interés en la política, de acuerdo con el reconocido sondeo nacional.
Con información de Sputnik
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