Los precios mayoristas de la electricidad para 2023 en Alemania y Francia batieron récords, llegando a los 850 y 1.000 euros por megavatio hora, respectivamente. En parte, este aumento se debe a la disminución del gas ruso a Europa.
Además de los cortes ordenados por Putin, Francia ha tenido que afrontar cierres en reactores nucleares por problemas de corrosión, actualmente están en funcionamiento tan solo 24 de los 56 reactores que son utilizados para abastecer la energía del país.
Hace un año, el costo de un megavatio por hora rondaba los 85 euros. Muchas de las termoeléctricas utilizan gas para la operación del servicio, no obstante, desde que Rusia inició su llamada operación especial a Ucrania, es más difícil suplir el gas para la producción de energía.
Medidas para proteger a los franceses de la inflación y de los precios del gas
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo esta semana que a su país le esperan “meses difíciles” y que “llegó el fin de la abundancia” a la que estaban acostumbrados. De igual manera, advirtió sobre aumentos en los precios de la energía, a medida que avanza la guerra en Ucrania.
A pesar de la escasez de gas y la dificultad de los países europeos para ser autosuficientes, el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, aseguró al canal de televisión francés BFM que “los aumentos de los que han hablado el presidente y el primer ministro serán aumentos limitados».
También dijo que el Gobierno ayudará a los hogares que no estén en la capacidad de pagar sus facturas de energía. A pesar de los anuncios, el Gobierno francés tendrá que decidir durante las próximas semanas si renueva los topes de precios de la electricidad y el gas que vencen a finales de este año y si mantiene la rebaja de combustible.
A inicios de agosto, el Parlamento francés aprobó el aumento de descuento de 30 céntimos por litro de gasolina y diésel, previamente habían anunciado descontar 18 céntimos por litro de carburante. Además, se comprometieron a limitar el aumento de los costos de la electricidad al 4% hasta fin de año.
Las medidas han ayudado a controlar la inflación en Francia, la cual se encuentra en el 6%, una cifra más alentadora que la de sus pares España y Alemania, que registran un 10,8% y 7,5%, respectivamente.
Sin embargo, estas medidas han generado confrontación entre el Parlamento y el Gobierno central. Olivier Veran, portavoz del Gobierno de Macron, dijo la semana pasada que Francia no puede “aferrarse a los topes de precios de la energía para ayudar a los hogares para siempre”.
En el Reino Unido la situación es más preocupante
A partir de octubre, el tope tarifario de la energía en los hogares británicos aumentará un 80%, además, las facturas de gas y electricidad podrían seguir aumentando en el 2022, según informó el Ofgem, el regulador eléctrico de ese país.
“El alza refleja la progresión continua de los precios mundiales al por mayor del gas, que empezó con los desconfinamientos después de la pandemia de Covid, y fueron llevados a niveles récord cuando Rusia interrumpió lentamente sus suministros de gas a Europa”, expresó el organismo.
El tope anual que paga un hogar británico promedio pasará de 1.971 libras a 3.500 libras aproximadamente, según informaron las autoridades. Ofgem y asociaciones privadas piden al Gobierno tomar medidas para evitar mayores daños a la economía, la cual registra una inflación del 10,1%, la más elevada de los países del G7.
Autosuficiencia en Italia
Mario Draghi, primer ministro italiano, aseguró el pasado 24 de agosto que las reservas de gas en ese país están en el 80%, muy cerca del 90%, al que se propusieron llegar en octubre. También dijo que el corte de los suministros de Moscú no tendría mayor impacto durante el invierno en Italia porque han encontrado distintas fuentes alternativas.
Desde que estalló la guerra en Ucrania, el Gobierno italiano ha hecho acuerdos para aumentar los envíos de gas desde Argelia hasta Azerbaiyán. «El año pasado, cerca del 40 % de nuestras importaciones de gas procedían de Rusia. Hoy en día, la media es de aproximadamente la mitad», dijo el primer ministro.
Además agregó que, «si la instalación de dos nuevos regasificadores se completa en el plazo previsto, Italia podrá ser completamente independiente del gas ruso a partir del otoño de 2024».
El pesimismo belga
Por su parte, Alexander de Croo, primer ministro de Bélgica, no se mantiene tan optimista. La semana pasada advirtió sobre la difícil situación que enfrenta el continente por la incertidumbre sobre la seguridad y el suministro de gas.
«Los próximos cinco a diez inviernos serán difíciles. El desarrollo de la situación es muy difícil en toda Europa. Algunos sectores se enfrentan a graves dificultades con estos altos precios de la energía», declaró el jefe del Gobierno belga.
Los países de la Unión Europea (UE) han pedido a sus ciudadanos ahorrar energía de manera voluntaria para evitar recortes obligatorios durante el invierno boreal que se aproxima. Apagar carteles luminosos durante las noches y reducir el uso de equipos han sido algunas de las estrategias propuestas.
En los próximos días, se espera que la Comisión Europea presente un plan para hacer frente a los cortes del gas ruso y que se apruebe un tope en los precios del gas que importan.
Fuente: France24