Bruselas anunció la creación de un fondo de 13 mil millones de euros para desarrollar equipos autóctonos para la defensa de Europa y así dejar de depender de empresas de Estados Unidos.
La razón por la que Bruselas excluye a quien fuera su socio proveedor principal, es la desconfianza europea en Washington, cosa que en Norteamérica no han visto con muy buenos ojos.
La cooperación militar entre naciones europeas es cada vez más importantes una vez superadas las diferencias históricas entre países de ese continente, por lo que Bruselas aprovecha para impulsar la defensa común.
Para los europeos es de vital importancia apuntalar su autonomía tecnológica en lo referente a la defensa, ya que en la actualidad dependen casi que de manera exclusiva de Estados Unidos.
Del otro lado del Atlántico, en particular desde Washington, no ven con muy buenos ojos el intento de potenciar la industria armamentística europea.
Trump, el principal impulsor del incremento del gasto en armas, nunca pensó que su campaña acabaría potenciando la industria europea y no la de su país. El mandatario norteamericano dijo en varias oportunidades que Europa debía gastar más en armas, pero nunca se imaginó la decisión de Bruselas.
Este míercoles el Ejecutivo Comunitario presentará la propuesta del nuevo fondo Europeo de Defensa. «Para defender y proteger a los europeos».