Los correos electrónicos publicados por Wikileaks sobre el jefe de campaña de Clinton, John Podesta, no habrían sido fruto de un hackeo informático de los rusos, sino de filtraciones realizadas por una alta fuente de Washington, según el ex diplomático británico Craig Murray.
«La fuente de estos correos y filtraciones no tiene nada que ver con Rusia, para nada», señaló Murray a Sputnik. «Conocí a la fuente cuando asistí al Premio Sam Adam de whistleblowers en Washington. El origen de estos emails proviene de los círculos oficiales en Washington DC. Deberían mirar a Washington, no a Moscú».
El ex funcionario del gobierno inglés manifestó que las declaraciones hechas por la candidata demócrata en el sentido de Wikileaks no es más que un activo ruso, «pretenden desviar la atención del contenido del material».
Ayer, Wikileaks se burló en Twitter de la obsesión de Clinton por vincular el sitio web con Putin. «No hay vínculo entre Trump y Rusia. No hay vínculo entre Assange y Rusia. Pero Podesta y Clinton están involucrados en la venta del 20% del uranio estadounidense a Rusia», publicó la entidad.
Lo anterior, en respuesta a una nota de The New York Times que evidenció las conclusiones preliminares de una investigación del FBI sobre los potenciales nexos entre el competidor republicano Donald Trump y el Kremlin, la cual no obtuvo resultados.
Es importante señalar que en un video de Youtube que se ha hecho viral, el ex asistente del Departamento de Estado norteamericano, Steve Pieczenik, señaló que funcionarios que trabajan para el gobierno estadounidense, incluyendo el FBI y la CIA, han digitado «un contra-golpe a través de Julian Assange y Wikileaks para impedir que Hillary Clinton asuma la presidencia de EEUU».
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