Exhumar el cadáver de Franco ayudará a olvidar o abrirá heridas

El  Gobierno socialista de España pretende cumplir con la resolución aprobada el año pasado que pedía exhumar al general Francisco Franco de la mayor fosa común de la nación europea y que es conocido como El Valle de los Caídos donde reposan los restos, además de 34 mil fallecidos. Esta medida tomada por el mandatario Pedro Sánchez será ejecutada en los próximos días dará por culminado el debate iniciado por los españoles en 1975 acerca de mantener o retirar los monumentos del militar.

Al parecer, los españoles están decididos a eliminar los símbolos que para algunos es sinónimo de victoria, pero otros prefieren olvidar toda la historia que envuelve la guerra civil franquista que cobró más de 200 mil vidas entre 1936-1939 y dejó daños colaterales que actualmente se evidencian en una sociedad más intolerante, racista, clasista y sectaria. Así mismo, dio origen a décadas de atraso por las atrocidades cometidas pro ambos bandos, pero que sin duda alguna el régimen agrandó el dolor con una política represiva que se extendió por cuarenta años.

El Ayuntamiento de Madrid, dio pasos agigantados en abril de 2017, cuando levantó las placas de las calles que hacían referencias al régimen franquista en la ciudad. Sin embargo, estas acciones deslegitiman la amnistía de los miembros del régimen y el compromiso nacional donde no había en el país estabilidad ni paz.

Ambos bandos (dictadura militar y democracia republicana) dejaron de lado sus eternas diferencias para construir un futuro mejor. Y, sin embargo, ningún acuerdo puede imponer el olvido a quienes pagaron su enfrentamiento con la dictadura, el exilio o la cárcel por impedir que las familias investigaran sobre el paradero de sus desaparecidos o legitimar a quienes los hicieron desaparecer .

La iniciativa de exhumación del cádaver se ha anunciado en reiteradas oportunidades bajo el nuevo mandato español, pero hasta ahora el Ejecutivo ha expresado de manera convincente que acortará el tiempo para hacer el traslado de los restos de Franco, cuya decisión no sólo está en manos del mandatario, sino en el Estado.

La guerra civil de España tuvo múltiples facetas tales como la lucha de clases, la guerra de religión, el enfrentamiento de nacionalismos opuestos, el combate entre la dictadura militar y la democracia republicana, entre revolución y la contrarrevolución, entre el fascismo y el comunismo.

Legitimidad después de muerto

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, intento en el 2007 a través de  la Ley de Memoria Histórica compensar a las víctimas de la guerra civil. La medida presidencial incluía retirar los símbolos franquistas de las calles y facilitar los fondos para que los familiares de los desaparecidos pudieran buscar, desenterrar y despedir a sus muertos, entre otras.

En 2011 cuando llega al poder los conservadores del Partido Popular fue cancelado los fondos que estaban destinados a aplicar la ley y un cambio de política para consensuar «no remover el pasado». No obstante, Francisco Franco a pesar de estar muerto goza en España de una legitimidad impensable que incluye la entrega de subvenciones públicas a la fundación que lleva su nombre y promueve «su obra».

Se tiene previsto que la gran fosa española se convierta en el Centro Nacional de Memoria de todas las víctimas de la dictadura, como una obligación moral que enviará un mensaje a los franquistas de que ha sido enterrado el peor régimen de la historia española. Al final, esta medida del nuevo presidente español pone a reflexionar a la ciudadanía si la exhumación del cadáver ayudará a los españoles a olvidar esa terrible historia o abrirá heridas.