El gobierno de Filipinas encabezado por Rodrigo Duterte, reiteró su intención de compra de armas a Rusia a pesar de las amenazas de posibles sanciones por parte de Estados Unidos.
La afirmación la realizó el canciller filipino Alan Peter Cayetano, durante una reunión con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov que se celebró en Singapur.
El diplomático asiático informó que pese a las amenazas de sanciones de Washington y las críticas en contra del gobierno de Duterte, la decisión de adquirir armas a Rusia, está tomada.
“Recientemente ha habido mucha crítica en los medios por las eventuales sanciones de EE.UU., era de esperar e irá a más, pero no creo que renunciemos”, aseguró Cayetano.
Recordó que la decisión de comprar armas a cualquier productor del mundo, es una medida soberana y una muestra verdadera de determinación de Filipinas, de mantener una política exterior sin injerencias.
El funcionario filipino insistió que su país necesita comprar armas para combatir a los grupos terroristas que operan en varias partes de su territorio.
Entre el equipamiento que planea adquirir esta nación, se encuentra la compra de fusiles, lanzagranadas y vehículos militares. Sin embargo, los funcionarios de defensa de ese país están estudiando la posibilidad de adquirir tanques, patrullas, submarinos y helicópteros.
Filipinas no es el único país del mundo que ha sido amenazado por la compra de armamento ruso. Hace poco, los norteamericanos intentaron presionar a la Unión Europea, para que frenara la compra de equipo ruso a Turquía.
India también fue advertida por Estados Unidos cuando este país se decidió por comprar misiles antiaéreo de fabricación rusa. Los norteamericanos aseguraron que no le venderían a futuro más equipos.
En Latinoamérica la amenaza de La Casa Blanca no pasó por alto. Venezuela fue sancionada y varios otros amenazados de no poder adquirir equipos ni repuestos para sus inventarios si le compran armas a Rusia.
Para varios analistas, las amenazas de bloqueo y de no venta de sus equipos militares a las naciones que adquieran armas a Rusia, es la demostración de que se encuentra en declive la hegemonía de las armas sobrevaloradas Made in USA.