El gobernador de Virginia y aliado de la candidata demócrata Hillary Clinton, Terry McAuliffe, donó cifras cercanas a los $500 mil dólares a la campaña de la esposa del subdirector del FBI que supervisó la investigación por el manejo indebido de correos electrónicos que involucró a la ex secretaria de Estado.
Registros financieros dados a conocer por The Wall Street Journal revelan que el comité político de McAuliffe invirtió un total de $467,500 dólares en la carrera senatorial de Jill McCabe, quien resulta ser la cónyuge del segundo hombre a cargo del FBI.
Gracias al apoyo económico brindado por McAuliffe, el otrora gobernador forjó una sólida relación política y personal con la familia Clinton, llegando a ocupar la presidencia del Comité Nacional Demócrata entre 2001 y 2005, y la dirección de la campaña presidencial de Hillary en 2008.
Durante el mandato de Bill Clinton, McAuliffe y su equipo recaudaron $275 millones de dólares para distintas causas de la familia. McAuliffe también garantizó una hipoteca de $1.35 millones a Bill y Hillary para la vivienda post-presidencial de ambos en Chappaqua, Nueva York, y ocupó un puesto en el directorio de la Fundación Clinton durante algunos años.
Aparte de las donaciones, el Partido Demócrata de Virginia canalizó otros $207,788 de apoyo a la campaña de McCabe, que reunió fondos «de entidades directamente bajo el control del señor McAuliffe o fuertemente influenciadas por él» por más de $675,000, según WSJ. McCabe terminó perdiendo los comicios frente al republicano Richard Black.
El equipo de McAuliffe señaló al periódico estadounidense que «no hubo motivos impropios» detrás de las contribuciones.
«(McAuliffe) apoyó a Jill McCabe porque él creyó en que sería una buena senadora. Esta es una práctica común de gobernadores de Virginia… Cualquier insinuación de que su apoyo se conectó con algo distinto a su deseo de elegir candidatos que ayuden a concretar su agenda es ridícula», manifestó el vocero de la ex autoridad estatal.
El FBI también descartó conexión entre ambos asuntos y enfatizó que como empleado federal, McCabe no se involucró en la campaña de su esposa y que fue promovido a subdirector del servicio luego de terminada la elección. «(McCabe) no jugó ningún papel, no asistió a eventos y no participó en la recaudación de fondos o en apoyos de ninguna especie», afirmó la agencia en un comunicado.
Las motivaciones del apoyo político de McAuliffe a McCabe han sido discutidas acaloradamente en Twitter. Mientras algunos lo atribuyen a una coincidencia, otros apuntan a la sospechosa cronología de los hechos.
En marzo de 2015 surgieron las primeras noticias de que el servidor privado de Clinton había sido utilizado para enviar y recibir correos electrónicos clasificados, el mismo mes en que McCabe anunció su candidatura.
En julio de 2015, el FBI inició su investigación. McCabe, que dirigía la oficina del FBI en Washington, DC (con participación en las pesquisas) fue promovido como número tres del FBI, uniéndose al equipo que supervisaba las diligencias.
En septiembre de 2015, McAuliffe donó dinero a la campaña de la esposa de McCabe, y éste, en febrero de 2016, fue ascendido al cargo de subdirector de la agencia. En julio de 2016, el FBI anunció su decisión de no presentar cargos contra Clinton.
Las aguas se vuelven más torrentosas considerando que la oficina a cargo de McCabe investigó a McAuliffe en el mismo período, por donaciones que habría efectuado a un empresario chino.