Un fuerte incendio se registró ayer en una instalación petrolífera localizada a unos 10 kilómetros de la ciudad de Chickashaen, Oklahoma, en el centro-sur de Estados Unidos. Según informaron los medios locales, el estallido fue provocado por la explosión de bombas de fracking.
Los equipos de bomberos del condado de Grandy intentaron apagar el incendio, que afectó a 22 camiones, según informó un medio local. Hasta el momento, se desconocen las causas del incidente aunque se conoció que tras la explosión de las bombas, comenzó el incendio y, posteriormente, el fuego se extendió a varios camiones, que estaban conectados por tuberías de metal.
El fracking, un agresivo método para extraer hidrocarburos mediante la fracturación de la roca madre (pizarras y esquistos). Es rechazado por las organizaciones medioambientales de todo el mundo.
En Estados Unidos, el pasado mes de noviembre un grupo de representantes de ONG ecologistas exigieron a la Casa Blanca el cese del uso de esta técnica en Estados Unidos por su grave impacto en el medio ambiente y en la vida de las personas. Los manifestantes advirtieron que la técnica puede contaminar recursos naturales, provocar sismos y derrames petroleros en las zonas donde se aplique. En este sentido, argumentaron que el fracking habría provocado enfermedades a más de 15 millones de personas en EE.UU.
Más allá de que esta técnica haya sido altamente cuestionada, hasta el año 2010 se calculaba la realización de 2,5 millones de fracturas a la tierra en todo el mundo.