Francia destinó para el rescate de empresas y hogares una quinta parte de su riqueza nacional, dijo el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire.
«Si tomamos todo lo que se ha hecho, en presupuesto y en efectivo, son 450.000 millones de euros, el 20% de la riqueza nacional, lo que se ha puesto sobre la mesa», recordó Le Maire en una entrevista con RMC y BFMTV.
El ministro calificó la respuesta a la crisis del COVID-19 de «inmediata y masiva», pero dejó claro que no es una inversión a fondo perdido.
«Tendrá que pagarse. No hay deuda perpetua», advirtió Le Maire, al matizar que «no será ahora».
Según Le Maire, la prioridad ahora es relanzar la máquina económica, en tres etapas: primero, brindando apoyo inmediato a empresas y hogares; luego, con planes de recuperación para los sectores más afectados como la industria del automóvil, aeronáutica, turismo, cultura, etcétera; y, finalmente, impulsando un renacimiento global y estratégico, a escala nacional y europea, para los próximos años.
«Y entonces llegará el momento en que efectivamente será necesario pagar esta deuda. (…) Y se hará por un medio único, el crecimiento. No a través de impuestos», dijo.
El pasado 11 de mayo las autoridades francesas empezaron a levantar gradualmente las restricciones adoptadas por la pandemia del COVID-19. Se van reabriendo tiendas, peluquerías, salones de belleza y escuelas, pero cafés, cines y playas permanecen cerrados hasta nueva orden.
Cortesía de Sputnik
Te podría interesar