El Gobierno de Francia llamó a consulta a su embajador en Roma, Chistian Masset, luego de la reunión que sostuvo el martes pasado el viceprimer ministro de Italia y líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, con un grupo de «chalecos amarillos» franceses.
«Las últimas injerencias constituyen una provocación adicional e inaceptable. Violan el respeto debido a la elección democrática hecha por un pueblo amigo y aliado y el respeto que gobiernos democrática y libremente elegidos se deben entre ellos», dijo el Ministerio de Exteriores francés a través de un comunicado.
Di Maio se reunió el martes en Montargis (centro-norte de Francia) con un grupo de «chalecos amarillos», el movimiento social que comenzó a mediados de noviembre a protestar por el alza de los carburantes en Francia y que ha puesto en jaque al Gobierno de Emmanuelle Macron.
«El viento del cambio ha cruzado los Alpes», escribió el martes Di Maio en Twitter, junto a una fotografía de su encuentro con los «chalecos amarillos» franceses.
¿Estrategia electoral?
La Cancillería de Francia señaló que la reunión sostenida entre el alto funcionario italiano con el “chaleco amarillo” Cristophe Chalençon e Ingrid Levavasseur, fue un contacto para apoyar a este movimiento para las elecciones parlamentarias de Europa.
«Desde hace varios meses, Francia es objeto de acusaciones repetidas, ataques sin fundamento, declaraciones ofensivas que todos conocen. Esto no tiene precedente, desde el final de la guerra. Tener desacuerdos es una cosa, instrumentalizar la relación con fines electorales es otra«, expresa el comunicado del Gobierno francés.
Tensión entre Francia e Italia
En enero de este año, el ministro italiano de Interior y vicepresidente del Gobierno, Matteo Salvini, dijo que esperaba que los franceses se liberarsen de su «pésimo presidente».
Además, Di Maio acusó a Francia de «empobrecer a África». París convocó entonces a la embajadora italiana en Francia para que trasmitiera su malestar tras esas declaraciones.
En junio de 2018 se produjo otro choque diplomático entre Francia e Italia, tras la decisión de Italia de impedir el desembarco en sus puertos del buque de salvamento Aquarius, con 629 inmigrantes rescatados a bordo, quienes debieron desembarcar en España.
En esa ocasión, París acusó al Gobierno italiano de ser «cínico e irresponsable», mientras Roma convocó al embajador francés para expresarle su malestar por las críticas realizadas desde París.
https://www.elciudadano.cl/mundo/franceses-apoyan-que-los-chalecos-amarillos-se-conviertan-en-un-partido-politico/01/03/
https://www.elciudadano.cl/venezuela/chalecos-amarillos-ejecutaran-la-operacion-seamos-mas-en-toda-francia/01/18/