Hoy un juez determinará si AT&T podrá seguir con la transacción de compra del gigante del entretenimiento y medios de comunicación Time Warner por un valor de 85 mil millones de dólares, transacción que podría cambiar el futuro inmediato de Hollywood.

Si AT&T logra adquirir al gigante del entretenimiento, tendrá en su poder las cadenas CNN, HBO, TNT, los derechos sobre los superhéroes Batman, Superman y el control de los estudios cinematográficos Warner.

El acuerdo tendría repercusiones de gran alcance sobre los consumidores, ya que AT&T es propietaria de DirecTV y pasaría a ser la propietaria de la biblioteca de entretenimiento de Time Warner, por lo que analistas estiman que se diversifiquen los servicios de transmisión que están migrando al streaming por internet como Netflix, Amazon y Apple.

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La posible compra de Time Warner, es un aviso a los estudios y otras empresas de entretenimiento a cambiar su modelo convencional de negocios, puesto que AT &T  reforzaría su posición convencional de televisión por cable, a uno más agresivo que capte el interés de los consumidores estadounidenses y del mundo.

Para AT&T, el acuerdo sería una gran ventaja para los consumidores, ya que con una compañía más grande, podrá competir a favor de la audiencia con las alternativas de video en línea. Aseguran que los ingresos de la televisión por cable están estancados y saturados.

Trump no quiere acuerdo

La intención de compra de AT&T se remonta ante de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.

Durante una consulta que se le realizó al entonces candidato a la presidencia sobre una posible  compra, el empresario respondió que era peligroso que una compañía concentrara demasiado poder de mercado. Sin embargo los analistas desestimaron los comentarios debido a los roces que tuvo el actual presidente norteamericano con CNN propiedad de Time Warner.

Durante el juicio se conoció que el abogado personal de Trump, Michael Cohen, había recibido 600 mil dólares por concepto de consultoría cuando se buscaba la aprobación regulatoria para la fusión.

El Presidente de AT&T, Randall Stephenson, dijo que contratar a Cohen había sido un gran error.

Los abogados de la empresa de telecomunicaciones alegaron ante el Departamento de Justicia que la negativa del ejecutivo por aprobar la fusión se debía a motivaciones políticas, pero su desestimada por el juez.

Ahora queda en manos del juez Richard León, quien decidirá si la compra se realizará o no. La decisión del letrado sobre la fusión pone a otras empresas como Disney, en la línea de partida para iniciar ofertas sobre otras compañías y aumentar su poder.