En los comicios generales el PSOE obtuvo 123 escaños, una cifra inferior a los 176 que necesita para tener mayoría absoluta y poder formar Gobierno
En las elecciones lógicamente hay ganadores y perdedores. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) liderado por Pedro Sánchez se impuso este domingo con un 28,7% de los votos que le permiten pasar de 84 a 123 escaños en el Congreso, mientras que el Partido Popular (PP) se desplomó y contará con 66 diputados, menos de la mitad de los 137 que tiene en la actualidad.
Se cumplieron los pronósticos y Sánchez obtuvo la victoria. Sin embargo para poder ser investido presidente dependerá de apoyos, alianzas y hasta abstenciones.
La nación europea cuenta con un sistema parlamentario no presidencialista, por lo que son los 350 diputados del Congreso los que tienen la responsabilidad de elegir, por mayoría absoluta, al jefe del Ejecutivo.
Con 123 escaños el PSOE está lejos de tener los 176 que le brindan mayoría absoluta. Al sumar los 42 de Unidas Podemos, el puesto de Compromís de Valencia y los seis del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Sánchez estaría a 172 escaños de ser investido. Ni siquiera le basta el escaño del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) o los dos de Coalición Canaria (CC) que parece tener seguros. Para permanecer en la Moncloa le tocará negociar con otros partidos minoritarios e independentistas.
Debacle del PP, Casado y la derecha
Las elecciones de este domingo han supuesto una auténtica debacle para el PP, que cosechó el peor resultado de su historia -16,7 % de los votos- y pasó de 137 escaños a 66 de un solo golpe.
Pablo Casado obtuvo 3,6 millones menos que los que logró Mariano Rajoy en 2016, lo que deja su liderazgo más débil que nunca.
“No eludo las responsabilidades, el resultado ha sido muy malo”, reconoció.
Bajo la guía de Casado, el PP desaparece del País Vasco —donde no logró ni un escaño— y en Cataluña contará con un solo un diputado.
Tampoco logró sumar apoyos con Ciudadanos y Vox, como era el objetivo, por lo que perdió el control del Senado, que pasa a manos socialistas.
Para los analistas, una de las principales causas de este debacle, aparte de la herencia de corrupción, desatención social y mal sabor que dejó Rajoy, es haberse alejado de los electores del centro.
“Tanto el PP como Ciudadanos han radicalizado su discurso por miedo a perder el voto más extremo. Esta espiral de competición hacia la derecha ha tenido dos consecuencias importantes. La primera es la polarización entre los dos grandes bloques sobre el tradicional eje izquierda-derecha. La segunda ha sido la pérdida del espacio de centro por parte de la derecha moderada, un espacio que ha capitalizado el PSOE”, explicó el experto en política, Guillem Vidal, en declaraciones al diario El País.
Por su parte, la analista Cristina Ares recordó que los españoles, mayoritariamente son de centroizquierda y “sus mayores preocupaciones son el empleo y las políticas sociales”, por lo que prefirieron confiar en que Pedro Sánchez desarrolle su programa que cuenta con propuestas concretas para abordar estos temas.
¿Ciudadanos al frente de la oposición?
Los populares ven incluso amenazada su condición de líderes de la oposición, puesto que tienen a Ciudadanos en los talones. Sólo 220.000 votos y 9 escaños separan a ambas formaciones.
La tolda dirigida por Albert Rivera subió 900.000 votos y 26 escaños para llegar a 57, por lo que el político ya se postula como líder de la oposición.
«Ciudadanos será el primer controlador del nuevo Gobierno», afirmó este domingo el representante de la centroderecha, confirmando que no será socio del PSOE, y que “jamás pactaría”con Pedro Sánchez.
Resultados agridulces para Vox
Junto al triunfo socialista, uno de los protagonistas de los comicios fue Vox, el partido de extrema derecha que entra en el Congreso de los Diputados con 2,7 millones de votos(10,3%) y 24 asientos.
“Podemos decir a Españaque Vox ha venido para quedarse”, exclamó este domingo su líder, Santiago Abascal, quien mantiene una posición nacionalista, crítica con el independentismo y la inmigración y a favor de la eliminación de la ley de violencia de género.
Aunque Vox no cumplió con las altas expectativas que vaticinaron algunos medios y encuestas (40 escaños), no se puede perder de vista el juego político que darán sus diputados.
La gran mayoría de las extremas derechas europeas (Alemania, Francia, Italia, Finlandia) han comenzado su trayectoria con una discreta representación en las cámaras legislativas, para ir creciendo poco a poco.
“El partido de Abascal ha conseguido plenamente el propósito destructor de la derecha liberal-conservadora que pretendía. Del destrozo en el PP pueden sus dirigentes estar plenamente satisfechos. También de que gracias a su discurso enardecido (y vacío) hayan aumentado los efectivos parlamentarios de los nacionalismos vascos y del independentismo catalán” planteó el periodista José Antonio Zarzalejos para El Confidencial.
Alta participación en las elecciones
Algo por lo que se destacó esta jornada electoral fue por la participación del 75,78 % de los 36 millones de españoles convocados. Una cifra casi 10 puntos más alta que la de 2016 y solo superada por las elecciones de 1993, cuando alcanzó un 76%.
La alta afluencia de votantes permitió además que se cumpliera la norma de que una votación superior al 70% favorece al PP.
Ante la crisis económica, el desempleo, los bajos sueldos y pensiones, la corrupción, la violencia ante la mujer y el clamor independentista, los españoles decidieron expresarse en las urnas.
De hecho en Cataluña y el País Vazco se registraron largas colas en los centros electorales.
Otro aspecto a resaltar es que en las provincias con mayor población de adultos mayores (65 años o más) y que tienen valores más conservadores, los partidos de derecha como el PP tuvieron mejores resultados.
Por el contrario, en las zonas más dinámicas, con mayor actividad económica y cantidad de jóvenes, como Madrid o Barcelona, el PSOE logró imponerse.
Juego de Tronos
Al más puro estilo de la serie de HBO, Juego de Tronos, Pedro Sánchez deberá pactar para permanecer en la silla presidencial.
En cualquier caso, le bastaría con una abstención del independentista Esquerra Republicana (ERC), que arrasó en Cataluña con 15 escaños, para poder ser investido presidente en segunda votación.
Se habla de que ERC se abstenga en vez de votar por Sánchez, ya que el propio secretario del PSOE, José Luis Ábalos, descartó esa posibilidad.
«Por ahí no entramos en su momento, dijimos que no íbamos a entrar y no vamos a entrar», aseguró.
El futuro de la alianza entre el PSOE y Podemos Unidas es motivo de debates.
La organización de izquierda perdió 29 escaños en el Congreso y se quedará con 42, por lo que no tendrá representantes en el Senado.
Algunos, como José Antonio Zarzalejos auguran que “Sánchez va a tratar a Iglesias como a un perdedor (el PSOE le supera por 81 diputados) e intentará no instalarlo en el Gobierno”.
Sin embargo, otros consideran que Podemos fortalecerá su aspiración de entrar en un Gobierno de coalición.
Incluso, Iglesias anunció que ya había hablado con Sánchez para dejar claro que “este es un resultado suficiente para construir un Gobierno de coalición de izquierdas” y llamarlo a alejarse de la “tentación naranja” de un posible acuerdo con Ciudadanos.
Los retos de Sánchez
Como el PSOE no obtuvo una mayoría absoluta, Sánchez deberá encontrar la manera de hacer que sus propuestas seanaprobadas por un Congreso que no controlará.
El tema del independentismo en Cataluña probablemente ocupará un lugar importante en su agenda. Ya en su campaña aseguró que el problema se llama «convivencia, no independencia», y garantizó que esa independencia no se producirá durante un gobierno del PSOE.
Tendrá que asumir el reto de erradicar la pobreza. En España, un 26,6 % de la población (12,3 millones de personas) viven en riesgo de pobreza y exclusión social.
En el ámbito económico, aunque España creció 2,6 % en 2018, este crecimiento se viene ralentizando en un momento en el cual las secuelas de la gran crisis de la década pasada aún se hacen sentir en numerosos indicadores como, por ejemplo, la tasa de desempleo que a comienzos de abril aún se ubicaba en torno al 14 %. Un hecho que deberá afrontar el líder del PSOE.
También se espera que siga adelante con la reforma del Código Penal, para cambiar la tipificación de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual y atienda la problemática causada por la ola de inmigrantes que llegan al país europeo.
Desde Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, confía en “que siguiendo el proceso constitucional español, Sánchez podrá formar un gobierno estable y proeuropeo, que permitirá a España seguir jugando un rol importante en la Unión Europea (UE)».
Para promover esa estabilidad, Sánchez deberá pasar otra prueba: las elecciones municipales, autonómicas y europeas del próximo 26 de mayo. La campaña comienza otra vez en 11 días…
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