La policía macedonia usó gases lacrimógenos para dispersar a más de 500 refugiados concentrados en el límite del campo de refugiados de Idomeni, en la frontera griega, según informaron testigos de la agencia de noticias Reuters y recogió Europa Press.
Fuentes de la policía griega reconocieron en un primer momento «un episodio de tensión», sin dar más detalles, pero después las autoridades macedonias confirmaron los incidentes y aseguraron que los agentes actuaron en defensa propia.
«Han arrojado piedras a la policía, que en respuesta ha disparado gases lacrimógenos», según apuntaron fuentes oficiales macedonias. «Estaban empujando la verja desde el lado griego de la frontera, pero la valla sigue ahí, no han conseguido entrar», remacharon.
Los enfrentamientos culminaron horas de tensión que comenzaron con una fuerte protesta a primera hora de la mañana en la que varios refugiados, según testigos, se concentraron a gritos de «Hoy, o atravesamos la valla, o moriremos», según periodistas de la agencia de noticias rusa Russia Today.
Varias ONG denunciaron numerosos actos violentos cometidos por la policía macedonia contra los habitantes del campo de refugiados. Algunos pacientes de los centros médicos de la organización Médicos sin Fronteras aseguran haber sido temporalmente secuestrados por las fuerzas de seguridad macedonias en edificios abandonados cercanos al campo, donde fueron golpeados durante horas por los agentes.
Tras los incidentes, unas 300 personas fueron atendidas por Médicos Sin Fronteras (MSF), 200 por intoxicaciones debidas a los gases lacrimógenos, 30 por impactos de pelotas de goma y otras 20 por otro tipo de heridas.
Grecia condena la represión
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, condenó este lunes la represión de las fuerzas armadas de Macedonia: «[Las fuerzas del orden macedonias] emplearon gases lacrimógenos y balas de caucho frente a una gente que no suponía una amenaza ni estaba armada», acusó Tsipras. «Es una gran vergüenza para la sociedad europea y para un país que quiere formar parte de ella», agregó el dirigente griego.
La respuesta del gobierno heleno, a través del portavoz del Comité de Coordinación para los Refugiados Yorgos Kyritsis, fue contundente al acusar a la policía macedonia de «violencia desenfrenada» y de haber convertido la situación de los migrantes en «difícil y peligrosa».
«Espero que los demás europeos y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados digan algo», añadió el primer ministro, que se expresó tras entrevistarse en Atenas con su homólogo portugués, António Costa.
Tsipras acusó además a supuestos voluntarios de haber originado los incidentes, por animar el domingo a los migrantes a forzar la frontera con Macedonia.
Fuente: Infolibre / TeleSUR