Este jueves 2 de agosto, cientos de personas pertenecientes a un conjunto de organizaciones internacionales de colectivos de etnia gitana y antirracistas locales protestaron en Roma contra las políticas persecutorias y racistas de Matteo Salvini, tras los últimos desalojos de campamentos de gitanos en la periferia en los que vivían cerca de 150 personas, entre ellas muchos menores, a pesar de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos había pedido un aplazamiento.
El líder de la ultraderechista Liga y vicepresidente del Gobierno ha mostrado una postura reaccionaria contra los migrantes. Como Ministro del Interior ejerce la represión contra la inmigración ilegal y está construyendo un verdadero régimen de Apartheid. Salvini también ha anunciado su intención de eliminar todos los campamentos gitanos en el país y sugirió hace unas semanas realizar un censo clasificatorio para controlar las personas de esta etnia.
Gitanos por la inclusión y la integración social
El periodista gitano Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente de la Unión Romaní, expresó en declaraciones a EFE que «las manifestaciones hechas por Salvini son realmente preocupantes». Para este periodista, la situación italiana es «verdaderamente peligrosa, tan peligrosa que la mayoría de los gitanos italianos, o que sin ser italianos residen en esta tierra, tienen miedo, verdadero miedo«.
De igual manera, considera que Europa está viviendo actualmente «un resurgir de la extrema derecha y de una cierta extrema izquierda que tiene también connotaciones xenófobas y racistas«.
La concentración se desarrolló frente a la sede de la Cámara de los Diputados. Los manifestantes portaron flores y banderas tanto gitanas como europeas, gritaron frases contra el racismo y pidieron programas de inclusión. Algunas de las frases que se escuchaban eran «Cada pueblo es una riqueza para la humanidad», «No se puede condenar a un pueblo» o «Stop a la xenofobia».