El gobierno británico anunció este miércoles otra polémica medida para lidiar con la crisis de refugiados que vive Europa y que afecta a Gran Bretaña a través de la entrada por el Canal de la Mancha que conecta con la zona francesa del puerto de Calais. Se trata de la construcción de un «gran muro» de casi cuatro metros de alto y un kilómetro de longitud, que se empezará a construir para proteger la carretera que conduce al puerto. El objetivo es evitar que los refugiados y los inmigrantes salten a bordo de los camiones para cruzar el canal de la Mancha a Gran Bretaña.
La obra se levantará prácticamente al lado del campamento de refugiados conocido como La Jungla, que acoge a unas 10.000 personas. «Es parte de un paquete de medidas anglo-francesas para reforzar la seguridad en el puerto», dijo el ministro de Inmigración británico, Robert Goodwill, según informó el diario británico The Guardian.
Los 2,2 millones de euros que cuesta la inversión proceden de los fondos de ayuda que el pasado mes de marzo el entonces primer ministro, David Cameron, ofreció a París para enfrentar las disrupciones que provoca la presencia de los inmigrantes a los alrededores del Eurotúnel y del puerto, desde el cual parten los ferrys que unen las islas británicas con el continente.
Este lunes cientos de camioneros y comerciantes a pie cortaron una importante autopista en el norte de Francia para pedir el cierre de la «Jungla», desbordado tras la ola migratoria que impacta Europa desde el año pasado.
Los camioneros protestan por los intentos de los migrantes de saltar a sus vehículos y los comerciantes dicen que la «Jungla» es un lastre económico para la ciudad y que mancha su imagen.
Una nueva arista que se abre en la conocida crisis que vive el continente y que revela la incompetencia de las autoridades europeas para plantear políticas migratorias efectivas que empiecen a abordar cómo gestionar la llegada de miles de personas que salen de sus países en búsqueda de una vida mejor.