El Parlamento de Grecia aprobó este domingo la reforma de las pensiones y fiscal impuestas por la Troika para que la nación pueda acceder al tercer “rescate” financiero. El Gobierno heleno, que espera con estas reformas cumplir los compromisos con sus acreedores internacionales, impulsó así la reducción de las jubilaciones más altas, la fusión de múltiples cajas de seguros, el aumento de las cotizaciones, de las tasas, y de los impuestos a los medianos y altos ingresos.
FOTO: Hispan TV
De forma unánime, los 153 diputados del partido de Alexis Tsipras han aceptado, junto con sus socios, los ultranacionalistas, la polémica reforma del sistema de pensiones y el aumento de los impuestos sobre las rentas medianas y altas.
El próximo mes de julio, el Gobierno de Syriza tiene que pagar 2.300 millones de euros de deuda al Banco Central Europeo, más 300 al Fondo Monetario Internacional (FMI), pero aún no recibió el primer tramo del tercer recate (86 millones en tres años) acordado en julio a pesar del rechazo de la oposición de los griegos expresada en un referendo.
Protestas en la calle
Los trabajadores griegos se organizaron este domingo en Atenas y otras ciudades del país, para exigirle a los senadores que no recorten las pensiones. Según la Troika tales beneficios sociales deben ser reducidos en 1.800 millones de euros.
Desde 2010, cuando empezaron a aplicarse las medidas de austeridad, las pensiones en Grecia se han recortado hasta 11 veces.
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