Grecia: ¿Principio y Fin de la Democracia?

La democracia Griega y la democracia Moderna Lo que conocemos como cultura occidental le debe mucho a Grecia y su pueblo

Grecia: ¿Principio y Fin de la Democracia?

Autor: Director

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La democracia Griega y la democracia Moderna

Lo que conocemos como cultura occidental le debe mucho a Grecia y su pueblo.- La filosofía, la estética, la lógica, las matemáticas y la geometría, y en política: “la democracia”, son partes de los aportes que hasta hoy siguen más o menos vigentes y que fueron desarrollados por lo que se conoce como “la cuna de la cultura occidental”.-

La democracia griega (con sus falencias, que incluían la esclavitud y la no participación de las mujeres, dentro de otros), se constituye como el inicio histórico, y gran inspirador, de la idea que son los ciudadanos quienes tienen la potestad natural para determinar las decisiones políticas y los derroteros del Estado.-

Esta idea fue la que, ya iniciada la modernidad, condujo al surgimiento de la democracia como “LA forma” de gobierno que se dieron los pueblos en occidente para reemplazar la monarquía, cuya legitimidad venía dada por el poder y la voluntad de Dios.-

Como consecuencia de la complejización de las sociedades, la democracia se definió como el sistema político por el cual la soberanía, radicada en el pueblo o nación, era delegada a través de la expresión democrática popular (votaciones y escrutinios), en representantes del pueblo.- Estos representantes, actuando en nombre del pueblo, serían los encargados de dirigir los destinos de la cosa pública, siendo evaluados periódicamente por el mismo pueblo, mediante votaciones periódicas.- Este sistema se expandió por el mundo de la mano de la expansión del capitalismo, los derechos humanos (al menos los individuales) y la ciencia positivista, constituyendo un conjunto armónico de elementos que, desde lo político, lo económico, lo moral y lo científico dieron cuerpo a la modernidad.-

Desde los años 80 del siglo XX, (aunque con antecedentes previos), los estados iniciaron un camino de pérdida parcial de soberanía.- Esta se produce por diferentes mecanismos, como la adecuación de las normas internas a directrices dadas por organismos internacionales (como la OMC), la existencia de contratos leyes (que dan garantías a algunos inversionistas que las nuevas leyes nacionales no alterarán el estatuto jurídico por las que estas se regirán), tratados de libre comercio, que además de rebajas arancelarias, suelen regular diversos aspectos como propiedad intelectual e industrial, garantías a las inversión extranjera, etc.), la suscripción de tratados multinacionales, la creación de Cortes Internacionales de Justicia (la Haya, la Corte Interamericana de DDHH), entre otros mecanismos.-

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Esta cesión de soberanía se produce por diferentes razones, siendo central entre ellas el hecho de que el Estado y su marco territorial, se volvieron ineficaces para satisfacer demandas y necesidades sociales y políticas, el desarrollo de tecnologías que conectaron al mundo haciéndolo “más pequeño e interconectado”, así como por la necesidad del capitalismo que fue encontrando limitaciones en las fronteras nacionales para su desarrollo, expansión y actualización.-

Pero esta pérdida de soberanía de los Estados no suponía, a lo menos en principio, una afectación al principio de la democracia como “LA forma” de hacer la cosa pública.- Si bien los espacios de soberanía pudieren verse mermados, esta merma fue decidida por los pueblos a través de mecanismos democráticos; y en los países de occidente donde se implementaron en dictadura, fueron ratificados o confirmados por procesos democráticos.- Con ello, siempre se entendió que los pueblos (a través de la democracia) tomaron las decisiones, tanto aquellas propias dentro del marco de su soberanía, como aquellas que implicaban una pérdida parcial de esta soberanía.- Eso es precisamente la base de legitimidad (política, ética, jurídica y social) de las decisiones soberanas adoptadas.-

La actual Crisis Griega

Grecia, en manos de los conservadores dirigidos por el primer ministro Karamanlís durante dos períodos legislativos incrementó la deuda pública griega y falsificó las cifras de endeudamiento.- En el año 2009, el gobierno Socialdemócrata del nuevo primer ministro Papandréu detectando estas irregularidades las hizo públicas y reconoció el verdadero estado de las cuentas fiscales griegas, desatando el temor en los acreedores privados griegos y con ello la crisis que inicia formalmente en abril de 2010.- La estrategia de Papandréu para enfrentar la crisis fue recurrir a los mecanismos de financiación internacional (FMI, Banco Central Europeo y la Comisión Europea), quienes actuaron en bloque (denominándose la Troika) y condicionaron los prestamos (rescates) a duras políticas de ajuste, privatizaciones, reducción de pensiones y salarios, incrementos de impuestos, etc. Estas fueron impulsadas por Papandréu, aunque sin la celeridad que exigía la Troika.- Estas medidas restrictivas, significaron incremento en el desempleo, baja en la economía, pobreza, pérdida de ayuda estatal para jubilados y cesantes, y en definitiva sería el pueblo griego quien pagaría las malas prácticas de su gobierno conservador democráticamente elegido.- Cada vez que el Gobierno Griego requería un “nuevo rescate”, la Troika exigía nuevas y más profundas “medidas de ajuste”. Mayor flexibilidad del mercado del trabajo, menores salarios, más privatizaciones, menores prestaciones públicas (pensiones, salud, educación, etc.), incremento de impuestos y más garantías para capitalizar el sistema financiero.-

Hasta aquí nada que no se haya conocido en otras crisis económicas, como las que hemos sufrido tantas veces en América Latina.-

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Hasta aquí la democracia ha operado y podríamos haber recordado esta crisis griega como una más de las que produce el capitalismo de tanto en tanto para estremecer sus entrañas y seguir adelante más fortalecida que antes.-

Pero algo extraño pasó en Grecia.- En las elecciones generales de enero de 2015, el pueblo griego da la mayoría al reciente partido de izquierda (SYRIZA) liderado por Alexis Tsipras.- Este partido funda su campaña en la crítica a las exigencias de la “Troika” para los rescates, y plantea la necesidad de una política que permita recuperar la economía griega para pagar la deuda y evitar el sufrimiento y recesión griegos, que ya lleva 5 años sin mostrar mejorías u horizontes de pago de la deuda.- Así, la democracia toma un camino diverso y aparentemente contradictorio con las lógicas del capitalismo actual impulsadas por “la Troika”.- Hay que señalar que antes de las elecciones y ante las encuestas que mostraban el favoritismo por SYRIZA, la Troika anunció que limitaría y no cumpliría con el plan de “rescate” acordado con Paparedu, lo que agudizó la crisis de liquidez Griega.-

La democracia herida de muerte

En términos políticos, el pueblo griego se manifestó en contra de las políticas de ajuste acordadas por su anterior representante y otorgó mandato a los representantes que indicaban su convencimiento de buscar otras salidas a la crisis económica Griega.- El pueblo Griego quiso cambiar el rumbo de “lo público” y lo hizo a través de los mecanismos democráticos institucionales.- Es decir, en la crisis económica, la democracia aparentemente funcionó.-

En lo que ha corrido de este año (6 meses) el gobierno de Alexis Tsipras ha intentado negociar un nuevo “rescate” de los organismos internacionales.- Pero este debía ser dentro de los marcos del mandato que lo llevó al gobierno, es decir, sin profundizar las medidas de “ajuste”, sino que por el contrario, permitiendo una política contra-cíclica (de mayor gasto) esperando con ello reactivar la economía.- La Troika no ha accedido a esta posición presentando diversas propuestas de rescate, pero todas dentro de la lógica de profundizar los “ajustes”.- Con ello, la crisis de liquidez de Grecia se ha profundizado, debiendo el Gobierno establecer un “corralito” (es decir, estableciendo una cuota máxima de retiro de euros de los bancos para cada ahorrante para que los euros alcancen para todos).-

Ante esta contradicción política y ética del partido gobernante Griego, de no poder alcanzar un acuerdo con los acreedores dentro de los términos de su mandato político dado en las elecciones de inicio de año, se ve en la necesidad de llamar a un plebiscito para consultar a los ciudadanos si aceptar o no aceptar el acuerdo con la Troika para un rescate que es necesario y cada vez más urgente.-

La democracia vuelve a funcionar y los ciudadanos griegos son llamados a pronunciarse dentro de los mecanismos dados por su propia institucionalidad democrática.- Este acto se constituye, aparentemente, como una profundización de la democracia que otrora hizo tan famosos a los habitantes de la península.- En efecto, el gobernante, ante la imposibilidad de cumplir con el mandato del pueblo, vuelve al pueblo para resolver.-

El resultado del plebiscito es no aceptar la propuesta de la Troika.-

Ante esto se agudiza el conflicto entre la democracia y la economía.- En efecto, el gobernante Alexis Tsipras se ve entre la espada y la pared y tiene en sus manos, como las Moiras (divinidad del destino), el hilado del destino de Grecia y su relación con la Comunidad Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (la Troika).- O acepta la propuesta de la Troika y da la espalda al mandado de los ciudadanos Griegos, o actúa conforme dicho mandato y da la espalda a la Unión Europea y a la economía internacional en general, con las consecuencias económicas y sociales que esto implica.-

Así, el futuro de la democracia, entendida como “La forma” en que los ciudadanos determinan el derrotero de la cosa pública está en sus manos.-

A los dos días de conocido el resultado del plebiscito, el Primer Ministro Tsipras acepta una propuesta de la Troika, el “rescate” a cambio no solo de mayores políticas de ajuste, sino que de dos elementos nuevos que no habían estado en las propuestas anteriores: La creación de un fondo con bienes del estado Griego por $50.000.000.000 Euros para ser privatizados o vendidos sin intervención del ejecutivo; y un acuerdo de que las modificaciones legislativas relevantes debieran ser aprobadas previamente por las instituciones europeas antes de ser puestas a discusión en el parlamento Griego.-

Ahora falta el paso formal, el Parlamento Griego debe aprobar este acuerdo.- Y el parlamento, pese al voto contrario de más de la mitad de los diputados del partido gobernante, aprueba el acuerdo de rescate alcanzado por Tsipras, con el apoyo de los partidos conservadores y de centro izquierda.-

En la Grecia actual vemos como el principio de la Democracia (como “La forma” de determinar los derroteros de “lo público”) pierde totalmente su valor.- Pero no a cambio de una dictadura que, temporalmente y para enfrentar una crisis institucional o dar paso a ambiciones personales o de grupo, se hará cargo de la conducción de la cosa pública.- Es la propia democracia, dentro de sus propias reglas del juego, la que es herida de muerte.-

Tsipras ha dado la espalda a la democracia moderna y ha firmado con los organismos internacionales contra mandato tácito y contra mandato expreso de su pueblo.- (Y es un acuerdo “aun peor” que el rechazado en el reciente Plebiscito).-

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Que se nos viene para la concepción de la democracia en occidente?

Ante esta situación, que si bien en términos inmediatos afecta al pueblo griego y sus acreedores, cabe preguntarse qué ocurre con la democracia y su concepción para occidente.- O lo que es lo mismo, cómo comprenderemos de ahora en adelante la democracia occidental, cuando los representantes ya no obedecen el mandato que el pueblo o nación les ha entregado.-

Pues bien, podemos imaginar tres escenarios probables.- El primero, querido por los acreedores de los griegos, es que la herida de muerte sea suficiente y que el pueblo Griego y sus representantes democráticos respeten el acuerdo.- Así, entenderemos que los representantes, al ser elegidos, se desprenden del contenido de su mandato (programa de gobierno) y debe hacer las cosas conforme su propia convicción y conveniencia.-

El segundo, es que el pueblo griego cuestione, hoy o mañana, la legitimidad ética, política y jurídica de un acuerdo alcanzado a espalda de su voluntad expresa y decida no cumplir con lo acordado por sus representantes democráticamente elegidos.- Este escenario es complejo y puede implicar o una muy importante profundización de la democracia griega y para la concepción que de ella se tiene en occidente, o la ruptura democrática a través de un período de dictadura.- Además, implicará una crisis a todo el sistema económico globalizado, donde los ciudadanos de una nación pueden desconocer (por falta de legitimidad), los acuerdos alcanzados por sus representantes.-

Un tercer escenario probable, o a lo menos deseable, es el surgimiento de procesos sociales y económicos profundos (y comprendidos por los acreedores griegos), que permita construir nuevas institucionalidades que ilustren a occidente sobre nuevos mecanismos y nuevas formas de hacer “lo público”.- Una nueva democracia o una forma más participativa y eficiente de hacer “lo público” que la democracia que hemos comprendido durante la modernidad.- Una construcción que ayude a los griegos y a occidente entero a construir un sistema político participativo que supere las limitantes de la “Democracia Moderna”.-

 

 

 

 

 


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