A continuación, comunicado difundido por el MSICG, el Movimiento Sindical, indígena y campesino de Guatemala:
El día 29 de marzo de 2015, el Movimiento sindical, indígena y campesino guatemalteco –MSICG- dio otro paso importante en la consolidación del proceso de transformación de la sociedad que impulsa desde su surgimiento en el año 2007 inaugurando una nueva sede sindical en el municipio de Coatepeque del departamento de Quetzaltenango.
La nueva sede, que se ubica en la 2 avenida 5-13 de la zona 2 Barrio el Rosario del municipio de Coatepeque, departamento de Quetzaltenango, frente al tribunal de trabajo y previsión social y que estará a disposición de los y las trabajadoras de Lunes a Viernes de 08:00 a 17:00 horas, tiene por objeto sentar las condiciones para el fortalecimiento del trabajo organizativo y de defensa de los derechos de las trabajadoras y trabajadores en la Costa Sur de Guatemala así como profundizar la organización sindical ramal de las trabajadoras y trabajadores de la caña de azúcar, hule, palma africana, café y banano iniciado con la Central Campesina del Sur –CCS-.
Durante la actividad, se recordó la congruencia y la lucha infatigable de los compañeros Aniceto Montiel y Rogelio de León, recientemente fallecidos, en los pasos iniciales en los que hoy se avanza con el establecimiento de esta nueva sede sindical.
Durante la actividad la dirigencia del MSICG enfatizó la necesidad de fortalecer esa voz y esa fuerza de la clase trabajadoras del país capaz de transformar la sociedad en que vivimos y construir condiciones de justicia social para todas y todos recordando que no se puede esperar en un país como el nuestro que sean los partidos políticos los que promuevan estos cambios y mucho menos que estos provengan del sector empresarial sino que estos sólo serán posibles como producto de un poder social organizado, consiente y comprometido con realizarlos a través de las herramientas de masificación de la lucha reivindicativa.
El MSICG espera que el instrumento que hoy pone al servicio de la clase trabajadora de la Costa Sur nos permita en poco tiempo disfrutar de la primavera que históricamente se nos ha negado, es decir de esa patria grande donde todos y todas podamos vivir con la dignidad que como seres humanos nos merecemos.
Nuestra América 30 de marzo de 2015.