Ciudadanos se organizan en una resistencia guerrilla para responder de forma contundente a las iniciativas llevadas adelante por el gobierno de Polonia para ilegalizar el aborto causados por trastornos congénitos del feto.
Strajk Kobiet, o “Huelga de mujeres polacas”, es el grupo que en 2016 lideró la huelga nacional que impidió que la propuesta polaca avanzara en el parlamento en la primera oportunidad en que la legislación fue presentada.
El partido Ley y Justicia (PiS) es uno de los principales partidos políticos de Polonia de derecha. Desde su llegada al poder ha emprendido una cruzada a favor de la ideología más conservadora de la iglesia católica, tomando decisiones como las de mediados de 2016, que puso fin al programa de financiamiento para la fecundación in vitro por parte del Estado y la de mayo de 2017, limitando a través de prescripción médica la pastilla del día siguiente o píldora anticonceptiva de emergencia.
El grupo que conforma el movimiento Strajk Kobiet, continúa fortaleciéndose en 2018 y organizando una guerrilla que sea capaz de responder ante una inminente propuesta que limite la libertad de las mujeres de decidir sobre su cuerpo.
El aborto en Polonia actualmente se permite en tres escenarios: violación o incesto, riesgo para la vida de la madre y daño irreparable en el feto, aunque la misma se considera una de las leyes más limitadas del mundo en cuanto al tema se refiere, pues no indica el plazo en los que se permite el procedimiento.
Organizaciones no gubernamentales en el mundo apoyan la lucha del grupo en el país de Europa Oriental indicando que de ser aprobada la iniciativa ultraconservadora se pondría en riesgo la salud y la vida de las mujeres, además de violar las obligaciones internacionales de ese país, en lo que refiere a derechos humanos.
El movimiento Polaco está conformado por Marta Lempart, de 39 años de edad, lesbiana declarada, nombrada por sus colegas activistas como líder del movimiento y responsable de la huelga de 2016 en 150 ciudades de Polonia y 60 del extranjero.
También la integra Miranda Korzeniowska, de 41 años, una fabricante de muebles artísticos en la ciudad de Sanok, quien piensa que cada mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo y es la responsable, desde 2016, de preparar materiales y las redes sociales del movimiento.
Eliza Brzozowska es una agricultora jubilada de la ciudad de Węgorzewo que igualmente se unió activamente al movimiento, en 2016, organizando piquetes en distintas ciudades. Su motivación vino a partir de la postura ultraconservadora del partido de derecha gobernante que no permite a las mujeres decidir sobre el aborto.
Asimismo, Agata Z., una intérprete de 53 años de la ciudad de Kłodzko, se involucró en el movimiento al inicio de la huelga en defensa del derecho a elegir de las mujeres polacas.
Por su parte, Krzysztof Buja, especialista en recursos humanos de 48 años, originaria de la ciudad de Gdańsk, se convirtió en activista a favor de los derechos de las mujeres sobre el aborto, considerándolo un derecho básico en un mundo civilizado. Se encarga de coorganizar manifestaciones y actividades educativas.
Stanisława Kuzio-Podrucka Banquera, también es líder de movimiento local en la ciudad de Zgorzelec, una de las principales organizadoras de las movilizaciones. Piensa que el embarazo es una elección para la mujer.
Otra activista es Marta Wosak, maestra de preescolar, de 39 años, proveniente de la ciudad de Wałbrzych, quien se considera a favor del aborto y trabaja en la organización de eventos y debates para el movimiento.
Krzysztof Niciejewski, de 42 años, es gestor de existencias en la ciudad de Breslavia y forma parte del apoyo de los hombres en las actividades, la seguridad y preparativos en general. Él sostiene que la mujer es la única que tiene derecho a elegir sobre el procedimiento.
Finalmente, Aga, de 37 años, es una arquitecta del Reino Unido, miembro de distintos movimientos feministas en Londres, donde reside, que ha sido responsable de organizar las primeras propuestas del movimiento en esa ciudad.