El Mediterráneo vive la enésima tragedia migratoria con un nuevo intento masivo de alcanzar las costas italianas desde Libia. Los cadáveres de al menos 50 personas han sido encontrados este miércoles a bordo de un barco que intentaba llegar a Europa. Los cuerpos estaban en la bodega de una embarcación en la que viajaban más de 400 personas y que ha sido rescatada por la nave sueca Poseidón, que participa en el operativo comunitario de salvamento Tritón.
Aunque todavía no se han esclarecido las causas de la muerte de estas personas, los guardacostas apuntan a la asfixia provocada por las altas temperaturas que alcanza esta zona del barco, dada la combustión del carburante y el hacinamiento. La bodega es, habitualmente, el lugar en el que viajan los extranjeros que menos dinero pagan a las mafias que organizan los viajes.
Este miércoles, además, se encontraron los cuerpos sin vida de tres mujeres cuya causa de la muerte se desconoce. Iban a bordo de una embarcación junto con más de un centenar de personas. En otro barco, en el que viajaban 112 indocumentados, hallaron muerta a otra persona por motivos también sin esclarecer.
Al drama de las muertes se suma las llamadas de auxilio de alrededor de 3.000 indocumentados. Este miércoles, la Central Operativa de la Guardia Costera de Roma coordina al menos 10 operaciones de socorro en el Canal de Sicilia —un punto clave en el tránsito de estas personas hacia Europa— para salvar a cerca de 3.000 personas en lo que es una nueva llamada masiva de socorro desde aguas mediterráneas tras el rescate el pasado fin de semana de al menos 4.400 personas. En total, alrededor de 1.800 personas han sido socorridas, pero todavía hay varias operaciones de rescate en curso.
La más numerosa la está llevando a cabo la nave irlandesa Le Niamh, que también forma parte del dispositivo Tritón y que está socorriendo a una embarcación con alrededor de 600 indocumentados. Mientras tanto, la Marina Militar y la Guardia Costera italianas continúan participando en otras operaciones de socorro. Los rescates más numerosos los realizaron dos embarcaciones de organizaciones humanitarias: la nave Bourbon Argos, de Médicos Sin Fronteras, rescató a 550 extranjeros y la embarcación Phoenix, de la ONG Moas, socorrió a cerca de 400. Un barco mercantil también prestó auxilio a unas 225 personas que iban a bordo de una barcaza a la deriva.
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