La policía de Hungría interceptó el martes a 366 refugiados que intentaron cruzar de forma ilegal la frontera con Serbia.
Los detenidos podrán ser penalizados con entre uno y tres año de cárcel. En el caso de que provoquen daños en la valla construida para evitar el paso de inmigrantes, deberán pagar hasta cinco años.
Las autoridades húngaras informaron que los juicios contra los capturados comenzará en pocos días, en en la ciudad de Szeged, en el sur del país. Los juristas han adelantado que las sentencias determinarán penas condicionales y los refugiados serán expulsados del país hacia Serbia.
Más temprano, un grupo de refugiados que se encontraban en el condado Csongrad, en el sur de Hungría se declararon en huelga de hambre, según informó el periodista Jean-Baptiste Chastand del diario francés Le Monde.
El llamado a huelga de los refugiados, coincide con la declaración de estado de crisis por parte de las autoridades húngaras, en los condados Bacs-Kiskun y Csongrad, debido al creciente flujo migratorio que ha llegado a esas localidades.
Procesados 35 sirios
Al menos 45 refugiados sirios fueron procesados este miércoles por entrar ilegalmente desde Serbia y dañar la valla de alambre instalada en la frontera entre los dos países.
En contexto
El estado de crisis declarado por el Gobierno húngaro durará medio año pero podrá ser prorrogado.
Hungría estima reforzar los controles en sus fronteras para detener el flujo de refugiados hacia ese país, utilizado frecuentemente como territorio de tránsito hacia otras naciones europeas.
Este país ha construido una valla alambrada de más de 175 kilómetros de extensión para detener la oleada de refugiados que llegan desde Serbia, la cual se presume asciende a 200.000 personas.