En la serie de incendios ocurridos a partir del 8 de octubre cerca de Ferguson, no ha habido heridos. Los investigadores aún no tienen sospechosos o motivos, pero, según el capitán de bomberos de San Luis, Garon Mosby, la posibilidad de un delito de odio ―por razones religiosas o raciales― «es parte de la dinámica» de la investigación.
Todos los incidentes tuvieron lugar en barrios predominantemente negros, dentro de un radio de casi 5 kilómetros de Ferguson, donde el año pasado el joven afroamericano Michael Brown fue asesinado a tiros por un policía blanco. En los 6 casos el fuego fue prendido en las puertas de entrada de las iglesias, informa AP. El daño oscila desde prácticamente nulo hasta la casi destrucción de una de las iglesias.
Por su parte, los líderes de las iglesias afirman que se centran en la curación, y no en especular sobre los culpables. «Se trata de una persona espiritualmente enferma», afirmó David Triggs, cuya Iglesia Bautista Misionera Nueva Vida en San Luis fue incendiada el sábado. «Este es un problema de pecado. No es una cuestión de raza».