La corte superior de Líbano pidió la renuncia al fiscal Fadi Sawwan que investigaba la gran explosión del año pasado en el puerto de Beirut, tras los recursos legales presentados por altos funcionarios a los que había acusado de negligencia.
La remoción del juez causó indignación en la población libanesa, por lo que una docena de familiares de las víctimas bloquearon el tráfico con neumáticos en llamas, frente al Palacio de Justicia, reseñó una nota de The Associated Press.
“No tengas miedo. No abandones el caso”, rogó al juez Yousra Abou Saleh, madre de una de las víctimas. En alusión a la clase dominante dijo entre sollozos, “Dios es más grande que todos ellos”.
La ONG Human Rights Watch, con sede en Nueva York, dijo que la destitución del juez investigador Fadi Sawwan es “una burla a la justicia” y un “insulto a las víctimas”.
La explosión ha sido una de las experiencias más traumáticas que han padecido los libaneses. Los familiares de los muertos y heridos dudan de que se realice una investigación transparente e independiente en un país donde reina la impunidad desde hace décadas.
El juez Sawwan había acusado y convocado a declarar al primer ministro interino y tres exministros bajo sospecha de negligencia.
Dos de los exministros acusaron a su vez a Sawwan en diciembre de violar los procedimientos legales y constitucionales y pidieron su recusación. La semana pasada, la Corte de Casación pidió a Sawwan que reanudara su trabajo mientras estudiaba las denuncias.
Luego convocó al tercer exministro para interrogarlo, pero éste tuiteó que no se presentaría.
Esto probablemente significará una nueva demora en la investigación de la horrenda explosión del 10 de septiembre de 2020 que dejó más de 200 muertos, 6,000 heridos y la destrucción de una buena parte de Beirut.
Familiares de las víctimas han atribuido a la negligencia y corrupción de la clase dominante la detonación del nitrato de amonio, una sustancia peligrosa que estuvo almacenada en el puerto durante años.
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