Diputados británicos que han servido en las Fuerzas Armadas del país instan a investigar la complicidad del Reino Unido en casos de tortura y malos tratos de sospechosos de terrorismo en Irak y otros países dañados por la «guerra contra el terror», ratificada en un reciente informe parlamentario.
Los parlamentarios, de distintos partidos y trayectorias políticas, plantean su demanda en una carta remitida a la jefa del Gobierno conservador, Theresa May, que ha sido filtrada al diario The Times.
«La intervención del Reino Unido en abusos mancha nuestra reputación internacional y obstruye severamente nuestra solidez operacional a nivel mundial, dañando a nuestros socios internacionales y nuestra seguridad nacional», escriben.
Los cinco firmantes son veteranos de los Ejércitos del Reino Unido, que consideran «inexcusable» la complicidad de agentes británicos en interrogatorios forzados y secuestros aéreos de presuntos islamistas capturados por Estados Unidos o sus aliados en Oriente Medio, según la conclusión del Comité en Inteligencia y Seguridad (ISC, por sus siglas en inglés).
Entre ellos destacan David Davis, el recién dimitido ministro del Brexit; Paddy Ashdown, ex líder del partido liberal demócrata y con escaño actual en los Lores; o el laborista Dan Jarvis, quien combatió en Irak y Afganistán.
«Solo aprenderemos las lecciones del pasado y demostraremos nuestro firme compromiso con los valores por los que servimos (en las Fuerzas Armadas) mediante una investigación independiente liderada por un juez», advierten.
El anterior primer ministro, David Cameron, dio luz verde en 2010 a una revisión de las alegaciones de tortura y secuestro de presos, pero la iniciativa se abortó dos años más tarde con el trabajo inconcluso.
Los parlamentarios ex militares recuerdan que el informe del ISC contiene «alarmantes pruebas de la participación de Reino Unido en el programa del Gobierno de EEUU en tortura y rendición».
Expresan en la carta su preocupación por el nivel de complicidad de altos cargos y miembros del Gobierno británico en la campaña aliada de malos tratos desatada por la «guerra contra el terror».