La Organización de las Naciones Unidas (ONU) conocía desde hace años sobre el escándalo del intercambio de sexo por comida en África, reseñó este martes la agencia de noticias RT tras la revelación de un informe en The Times.
Según se desprende de la investigación efectuada en 2001 por la ONU, varios trabajadores de las principales organizaciones de carácter humanitario en el Reino Unido fueron hallados culpables por hechos de este tipo.
The Times explicó que recibió una copia de dicho documento, de 84 páginas, en el que se especifica que hubo más de 40 ONG «cuyos trabajadores supuestamente mantenían relaciones de explotación sexual con niños refugiados».
El informe fue elaborado por un equipo de investigación que trabajaba para una ONG llamada Save the Children y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en África Occidental. Se publicó en 2002, pero fue ignorado.
«Los resultados han sido poco menos que desastrosos», afirmó un jefe de The Times. «Se desperdició un informe, un patrón de abuso criminal que quedó impune y un sector de ayuda internacional sumido en una crisis años después debido a un comportamiento que podría y debería haber sido eliminado», añadió la fuente.
La Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras (MSF), el Comité Internacional de Rescate, CARE International y la propia Save the Children son algunas de las organizaciones que se mencionan en la investigación.
Según otro artículo publicado este martes por el rotativo inglés, «nadie obtenía comida sin tener relaciones sexuales primero», revelando que en los campamentos de refugiados de Guinea y Liberia el abuso sexual era tan frecuente que la única manera para que muchas familias de refugiados sobrevivieran era permitir que una adolescente fuera explotada sexualmente por los miembros de las ONG.
El informe se elaboró a partir de 1.500 testimonios, de los cuales derivaron 67 quejas involucrando al personal de 40 organizaciones benéficas diferentes.
The Times explica que el documento tuvo amplia cobertura y dio lugar en su momento a una resolución de la ONU, cuya decisión fue ocultar el informe. El resultado fue el despido de tan solo diez personas, pero ninguna de ellas fue procesada, lavándose así las manos las organizaciones y permitiendo que el problema se perpetuara hasta la actualidad.
Ya en febrero, el mismo diario británico reveló que en 2010 personal de Oxfam utilizó dinero de esa ONG para pagar a prostitutas durante una misión en Haití, después del terremoto.