La elección de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, donde compartirá oficina con mayorías republicanas en ambas cámaras del Congreso, representa una nueva amenaza para el régimen de los Castro, indicó Ollie Hopkins del Comité de Solidaridad hacia Cuba en una columna escrita para el diario Morning Star.
«La administración Obama no ha ido lo suficientemente lejos con sus políticas hacia Cuba: el bloqueo sigue en pie, la Bahía de Guantanamo todavía es ocupada ilegalmente y la interferencia de EEUU en Cuba continúa. No obstante, el progreso limitado que ha tomado lugar, y que implicó un re-establecimiento de las relaciones diplomáticas, ha sido sido bien recibido», escribió Hopkins.
Bajo la administración de Trump, el proceso podría verse estancado. Esta semana, el magnate sumó al lobista pro-bloqueo Mauricio Claver-Carone a su equipo de transición, quien podría modificar la dirección de la política de Obama hacia Cuba.
Claver-Carone es director ejecutivo de Cuba Democracy Advocates, «una organización no-partidista dedicada a promover una transición hacia los derechos humanos, la democracia y el imperio de la ley en Cuba». También forma parte del directorio del US-Cuba Democracy Political Action Committee (USCD PAC), que se autodefine como «el comité político más grande de política exterior en los Estados Unidos».
Según Hopkins, USCD PAC gastó $600 mil dólares en las últimas elecciones, con donaciones al excandidato Marco Rubio, quien está a favor del bloqueo a Cuba.
Claver-Carone ha ocupado además el cargo de editor del blog Capitol Hill Cubans, donde atacó al mandatario saliente, planteando: «En resumen, el nuevo rumbo de Obama para Cuba ha hecho empeorar la situación… las sanciones son una herramienta importante de ventaja para el cambio democrático, particularmente en una era post-Castro».
Pese a las enormes multas cursadas por la US Office of Foreign Assets Control (OFAC) hacia compañías que comercian con la isla – y que alcanzaron un total de $14 mil millones de dólares bajo el gobierno de Obama – el nuevo asesor de Trump escribió la semana pasada que «las empresas… se sienten protegidas por la actual política de la administración», pronosticando que tras la llegada del multimillonario republicano a la Casa Blanca el escenario «cambiará en 65 días».
El republicano de Florida, Mario Díaz-Balart, quien pidió revertir las políticas de Obama hacia Cuba, ha insinuado que el cambio sucederá con rapidez. «Los días están contados para todas las cosas que el presidente ha hecho como concesiones unilaterales al régimen castrista», manifestó.
Hopkins recuerda, también, que pocos días después de las elecciones, el vicepresidente electo Mike Pence aseguró: «Déjenme hacerles una promesa: cuando Donald Trump sea presidente de EEUU, revocaremos las órdenes ejecutivas de Obama sobre Cuba… Vamos a apoyar la continuación del embargo hasta que las libertades políticas y religiosas verdaderas sean una realidad para el pueblo de Cuba. Donald Trump hará pie con los cubanos amantes de la libertad, en la lucha contra la opresión comunista».
«La Campaña de Solidaridad hacia Cuba pide al Presidente Obama que utilice sus poderes ejecutivos para revocar los remanentes de las leyes de bloqueo que caen bajo su jurisdicción, en su tiempo restante como presidente… En los meses venideros es crítico que hagamos presión al gobierno de EEUU para continuar en la senda de normalizar las relaciones con Cuba y, finalmente, acabemos con el bloqueo de 54 años contra la isla y la ocupación ilegal de la Bahía de Guantánamo», concluyó Hopkins.