Por Gerardo Laborde/Agencia Xinhua
Montevideo. Uruguay, histórico productor de carne bovina, ve con cierto recelo la cada vez más «real» carne sintética producida en laboratorios a partir de células musculares de animales o vegetales, pero no la considera una amenaza concreta, consideraron integrantes del sector.
En entrevista con Xinhua, el productor rural y senador de la República, Sebastián Da Silva, quien promovió en el Parlamento la ley que prohíbe denominar «carne» a productos de laboratorio o de origen vegetal, sostuvo que la carne sintética se tiene que ver «como una oportunidad» para difundir las «bondades de lo natural».
«Lo de las pastillas de laboratorio es algo que hay que llamar como es: ‘pastillas’. No se debe llamar carne»
Sebastián Da Silva
Productor rural y senador de la República
Entre enero y octubre de 2021 Uruguay cerró envíos de carne, mayoritariamente vacuna, por 1.923 millones de dólares, afianzándose como principal producto de exportación tras un incremento de 56 por ciento interanual.
A juicio de Da Silva, «la alimentación tiene que ser el balance perfecto entre proteína animal y vegetal, y eso está en las carnes, no solo en la vacuna, y Uruguay tiene la mejor carne del mundo».
Tema cárnico, vital en Uruguay
La carne es clave para entender la historia y economía uruguaya: a principios de 1600, el rey de España autorizó liberar una importante tropa de ganado vacuno y equino en la extensa pradera que actualmente se conoce como Uruguay y que hasta ese momento eran «tierras sin ningún provecho» por carecer de oro y metales preciosos.
- Fue la primera actividad económica y más de cuatro siglos después es motor de la actividad de varias zonas rurales del país.
En la nación, la segunda más pequeña de Sudamérica con solo 176.000 kilómetros cuadrados, las vacas son criadas a cielo abierto, de forma totalmente natural y sin suministros de hormonas.
Los 12 millones de vacunos del país están identificados individualmente con una caravana electrónica y otra visual, asociados a sus propietarios con un registro de ubicación territorial.
Trabajo genético en producto exportado
Con base en ganado británico el producto que hoy exporta Uruguay tiene mucho «trabajo de genética atrás», según explicó a Xinhua el director del Programa de Investigación en Carne y Lana del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el ingeniero agrónomo Gabriel Ciappesoni.
«Todo eso va empaquetado en el producto envasado al vacío», que cada vez más incorpora la trazabilidad para saber, por ejemplo, «qué productor» está detrás de ese corte bovino, subrayó.
Ciappesoni señaló que «Uruguay no sería la primera competencia de la carne sintética» porque «como país apunta a vender un producto de alta calidad».
«Expertos que analizan estos temas a futuro piensan que puede haber un mercado para la carne sintética, si se abarata mucho, del ‘día a día’ mientras que la del ‘evento especial’ sería para las carnes como las de Uruguay con valor añadido»
Gabriel Ciappesoni
Ingeniero agrónomo
¿Qué opina el ministro de Ganadería?
Por su parte, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, consideró en diálogo con Xinhua que el sucedáneo de carne producido en laboratorio podría llegar a ser «un complemento».
«Nadie imagina que la carne sintética pueda superar el 15-20 por ciento del mercado en una proyección ultraoptimista y dentro de muchos años»
Fernando Mattos
Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca
En coincidencia, el funcionario consideró que «la carne natural es insustituible» y el producto sucedáneo «tiene derecho a existir pero se tiene que llamar con otro nombre».
«No veo que sea una amenaza», concluyó.