Luego de las protestas que dejaron más de 20 fallecidos la semana pasada en Irán, Mohamed Jafar Montazeri, fiscal del país, ha señalado directamente a la CIA, a Israel y a Arabia Saudita como los principales artífices de un plan cuyo objetivo sería acabar con la República Islámica.
En concreto, y según lo informado por la Agencia de Noticias de la República Islámica de Irán (IRNA), el funcionario apunta a un exagente antiterrorista de la CIA –Michael Andrea– como la «mente maestra» que, en conjunto con otro oficial del Mossad -la agencia israelí de inteligencia- habrían llevado a cabo una operación en los últimos cuatro años con la cooperación de sus respectivos gobiernos y de Arabia Saudita, país al que sindica como fuente de financiación de la operación.
«Nuestra nación ha tenido la astucia necesaria para alcanzar la conclusión apropiada de que este movimiento está totalmente enraizado en tramas extranjeras», aseguró el funcionario en declaraciones recogidas por la agencia Fars.
La presunta operación, bautizada como «Doctrina de Convergencia Consecuente» según Montazeri, habría sido fruto de un largo trabajo de documentación en el que se habrían recogido los posibles escenarios de protesta de los ciudadanos iraníes, con datos sobre el costo de vida, las tarifas de los servicios públicos o la situación de los jubilados, consigna RT.
«Tenemos que distinguir entre aquellos que tienen demandas legítimas y aquellos que buscan la anarquía», agregó el funcionario, cuyas palabras se condicen con lo sostenido hace unos días por el líder de la República Islámica, el ayatolá Alí Jameneí, quien afirmó que «los enemigos de Irán usaron diferentes herramientas como dinero en efectivo, armas, política y aparatos de inteligencia para crear problemas para la República Islámica».