De forma separada, pero coincidente en el tiempo, Irán y Rusia anunciaron este martes un cambio de estrategia en la guerra en Siria luego de dar por derrotado al Estado Islámico (Daesh) en todo el territorio de la república árabe. A juicio de ambos gobiernos, el grupo extremista ya no tiene capacidad de dañar la soberanía y los intereses del Ejecutivo que lidera Bachar al Asad.
El presidente iraní, Hasan Rohaní, dio por derrotado al Daesh en Siria, después de la expulsión de los yihadistas de su último reducto urbano en ese país, la ciudad de Albukamal.
“Hoy, con la ayuda de Dios y los esfuerzos de los pueblos de la región, podemos decir que este mal ha sido eliminado o reducido. Por supuesto, los remanentes seguirán existiendo, pero sus bases han sido desmanteladas”, dijo.
En una conferencia en Teherán, el mandatario agradeció a “todos los guerreros del islam” y de las Fuerzas Armadas de Siria e Irak, así como de los diplomáticos, el Gobierno y el pueblo de Irán. Asimismo, reconoció que “la mayor parte del trabajo fue realizado por el pueblo y los ejércitos de Siria e Irak, con la ayuda de países de la región, especialmente la República Islámica de Irán. Nosotros les ayudamos en base a nuestro deber religioso”.
Las fuerzas sirias, con el apoyo de milicias chiíes tomaron el domingo, por segunda vez, Albukamal, en la provincia de Deir al Zur y fronteriza con Irak, el mayor bastión urbano que quedaba en manos de Desh en Siria. Desde esta ciudad liberada, el general de los Guardianes de la Revolución y comandante de la Fuerza Quds, Qasem Soleimaní, confirmó el fin del grupo extremista y recordó a los miles de iraníes, iraquíes, sirios, libaneses, afganos y pakistaníes que murieron en esta lucha.
Rohaní también denunció el rol jugado por Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí en esta guerra. “El Daesh es un grupo terrorista que fue alimentado y armado por las principales potencias mundiales y algunos países reaccionarios de la región”, afirmó.
Al margen de los logros militares, Rohaní reafirmó los esfuerzos diplomáticos desplegados en las conversaciones de paz sirias de Astaná, capital de Kazajistán, motorizadas por Rusia, Irán y Turquía.
El presidente iraní se reunirá este miércoles con sus homólogos de Rusia, Vladímir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en la ciudad rusa de Sochi para impulsar un nuevo formato de negociaciones políticas.
En tanto, el Gobierno ruso también hizo anuncios sobre su rol en la guerra en Siria. El jefe del Estado Mayor de Rusia, el general Valeri Guerásimov, anticipó que la fase activa de la operación militar contra el terrorismo llega a su fin.
“La fase activa de la operación militar en Siria está llegando a su fin, aunque quedan una serie de problemas sin resolver”, aseguró en una reunión en Sochi con sus colegas de Turquía e Irán, Hulusi Akar y Mohammad Bagheri.
El general ruso destacó que “gracias a los esfuerzos comunes” se ha conseguido “mantener la soberanía, la integridad territorial, parar la guerra civil y crear las condiciones para volver a la vida pacífica” en Siria.
Al término de la reunión, un comunicado difundido por el Ministerio de Defensa ruso informó que “se han marcado los próximos pasos para liquidar las formaciones terroristas, garantizar la seguridad en las zonas de distensión y cooperar en la transición hacia el proceso político”.