Israel amplía su control sobre Gaza, confinando a los palestinos a zonas cada vez más pequeñas

Israel está buscando no solo debilitar a Hamás, sino también sentar las bases para un control prolongado sobre la franja

Israel amplía su control sobre Gaza, confinando a los palestinos a zonas cada vez más pequeñas

Autor: El Ciudadano México

Israel ha intensificado significativamente su presencia en la Franja de Gaza desde que retomó su ofensiva militar contra Hamás el mes pasado. Según reportes de expertos en derechos humanos y fuentes militares israelíes, el país ahora controla más del 50% de Gaza, una extensión territorial que ha ido reduciendo el espacio habitable para los palestinos.

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Uno de los avances más significativos de las fuerzas israelíes ha sido la expansión de la llamada «zona de amortiguamiento», una franja de tierra que se extiende a lo largo de la frontera de Gaza. En este espacio, las fuerzas israelíes han destruido hogares, tierras agrícolas e infraestructura clave, dejándolas inhabitables. La zona de amortiguamiento, que ha duplicado su tamaño en las últimas semanas, ha sido un área de impacto directo para las comunidades palestinas que vivían en la región, quienes se han visto forzadas a desplazarse hacia áreas más densamente pobladas.

Según un grupo de veteranos militares israelíes, Breaking The Silence, la estrategia del Ejército ha sido clara: mediante una destrucción deliberada y generalizada, Israel está buscando no solo debilitar a Hamás, sino también sentar las bases para un control prolongado sobre la franja. A pesar de las justificaciones oficiales por parte de las autoridades israelíes de que estas acciones son temporales y necesarias para presionar a Hamás, analistas en Gaza y grupos de derechos humanos alertan sobre las posibles implicaciones de este control a largo plazo.

A medida que la guerra avanzaba, las tropas israelíes implementaron un régimen de evacuación forzada, comenzando con las comunidades cercanas a la frontera. Los palestinos fueron desplazados para crear un espacio de separación de más de un kilómetro de ancho. Posteriormente, el Ejército tomó el control de una franja de tierra conocida como el Corredor de Netzarim, que divide el norte de Gaza del sur, afectando directamente a más de dos millones de palestinos.

La estrategia de expansión de la zona de amortiguamiento ha continuado desde el inicio de la reanudación de las hostilidades el mes pasado, y se estima que la zona ocupa ahora alrededor del 50% de Gaza. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reiterado que la ocupación no cesará hasta que Hamás sea completamente derrotado, y ha mencionado la creación de un nuevo corredor en el sur de Gaza, lo que profundizaría aún más el control israelí sobre el territorio.

En varias áreas de Gaza, los efectos de las ofensivas israelíes han sido devastadores. Vecindarios enteros han sido reducidos a escombros. Imágenes satelitales revelan la magnitud de la destrucción. En algunos casos, los soldados israelíes han contado cómo se les ordenó destruir todos los bienes de valor, desde campos de cultivo hasta complejos industriales. Los testimonios apuntan a que la estrategia buscaba no solo despojar a los palestinos de sus hogares, sino también privarlos de cualquier recurso económico, como una forma de debilitar aún más su capacidad de resistencia.

La pregunta sobre la duración del control israelí sobre Gaza sigue siendo incierta. Mientras que el Ejército argumenta que las medidas son necesarias para garantizar la seguridad de Israel y presionar a Hamás, los críticos señalan que las acciones de Israel podrían ser vistas como un intento de ejercer un control permanente sobre la región.

Grupos de derechos humanos como Human Rights Watch han señalado que la estrategia israelí podría constituir un crimen de guerra, particularmente debido al desplazamiento forzoso de los palestinos y la destrucción masiva de sus hogares. De acuerdo con Nadia Hardman, investigadora de la organización, la destrucción de propiedades y la imposibilidad de retorno de los palestinos a estas áreas configura una situación que podría considerarse como «limpieza étnica».

Por otro lado, algunos analistas israelíes defienden la expansión de la zona de amortiguamiento como una medida de seguridad temporal, aludiendo a la necesidad de proteger las fronteras de un país que enfrenta una amenaza constante de grupos militantes.

A pesar de las justificaciones, las acciones israelíes continúan generando preocupación tanto dentro como fuera de Gaza, mientras la situación de los palestinos se agrava con cada día que pasa.

Foto: El Ciudadano

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