El Gobierno israelí dio hoy un nuevo paso en la colonización de Cisjordania al declarar como estatales más de 4.000 metros cuadrados de tierra en el bloque de asentamientos de Gush Etzion, situado entre las ciudades palestinas de Belén y Hebrón e ilegal según el derecho internacional. El paso ha sido dado después de que el Ejército israelí argumentara que en su opinión no existe reclamación privada de posibles propietarios palestinos sobre la citada tierra, informó hoy la edición digital del diario Yediot Aharonot. Aún así, el Gobierno deberá esperar los 45 de días estipulados para permitir posibles alegaciones y reclamaciones, agregó la publicación.
La decisión ha sido duramente criticada por organizaciones no gubernamentales israelíes y movimientos pacifistas y antiocupación como «Paz Ahora», que consideran que significa colocar un nuevo obstáculo para una solución negociada al conflicto entre palestinos e israelíes. «Este es un mensaje para los palestinos de que Israel negocia con (el movimiento islamista) Hamás y al mismo tiempo destruye las opciones para lograr un verdadero acuerdo con los moderados», afirmó la organización. «Es una puñalada en la espalda de (presidente palestino, Mahmud) Abas», agregó su director, Yariv Oppenheimer
La zona declarada, conocida como el asentamiento Gvaot, estaba hasta ahora considerada un barrio de la colonia Alon Shvut, ilegal de acuerdo con el derecho internacional, y hasta la fecha no había sido reconocida por Israel debido a que se construyó sin permisos estatales. En julio de este año, los colonos de la zona volvieron a exigir su reconocimiento estatal como represalia por el asesinato de tres estudiantes judíos, desaparecidos semanas antes cuando hacían autostop cerca de Gush Etzión.
Yigal Dilmoni, subdirector del colonialista Consejo de Yesha, defiende que este tipo de acciones «son la respuesta sionista apropiada a los ataques terroristas en Israel», en alusión al crimen de Gilad Shaer, Naftali Frenkel y Eyal Yifrach y pidió al Gobierno que siga ampliando las colonias. «El anuncio allana el camino para la establecimiento de la nueva ciudad de Gvaot,» a la que algunos han propuesto rebautizar con el nombre de los tres chicos, explicó, por su parte, Davidi Perl, presidente del Consejo regional de Gush Etzion.
«Los asesinos de los tres jóvenes querían sembrar el miedo en nuestros corazones y enturbiar nuestras vidas, y nuestra respuesta es profundizar la colonización y construir tanto centro como fuera», agregó. La semana pasada, Ofir Akunis, responsable en la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y uno de sus principales asesores, aseguró que Israel jamás renunciará a la colonización de Cisjordania, ya que cualquier retirada sería, en su opinión, una especie de «suicidio nacional». Los palestinos preparan una petición a la ONU para que ponga fecha al fin de la colonización israelí y la declaración del estado palestino en las fronteras de 1967.