El Ejército israelí bombardeó este sábado una posición siria desde la que asegura se lanzaron varios proyectiles caídos en los Altos del Golán durante el día, que no dejaron heridos. El ataque alcanzó a dos tanques de las tropas del presidente sirio Bachar al Asad, informó un comunicado militar.
«En respuesta a los diez proyectiles lanzados desde Siria, que cayeron en Israel durante el día, un avión del Ejército israelí atacó la posición desde la que habían sido disparados», señaló el comunicado. En la nota también se informa de que «dada la inaceptable violación de la soberanía israelí», el país ha presentado una protesta oficial a la misión de la ONU de Observación de Separación (UNDOF, en sus siglas en inglés).
Antes de este ataque, Israel informó de la caída de «proyectiles errantes resultado de la lucha interna en Siria» y había pedido a los residentes del Golán que eviten acercarse a la línea divisoria.
Desde el inicio del conflicto sirio en 2011, numerosos proyectiles han caído en la parte de los Altos del Golán ocupados por Israel desde 1967, que suelen proceder de fuego perdido en los enfrentamientos, aunque otros han sido considerados intencionados. Las fuerzas de seguridad israelíes suelen responder directamente contra los atacantes o contra posiciones del Ejército sirio, al que responsabilizan de la soberanía en la zona fronteriza.
Por lo demás, el país ha mantenido una política de no interferencia en el conflicto y ha seguido unas directrices de dar atención médica a los heridos que llegan a la frontera y ayuda humanitaria anónima. Sin embargo, el diario The Wall Street Journal difundió un artículo el domingo pasado en el que señalaba que el país «ha suministrado de manera regular dinero en efectivo, comida, combustible y suministros médicos a los rebeldes sirios durante años, un compromiso secreto dirigido a forjar una zona de amortiguación que esté poblada por fuerzas amigas».