Israel apuesta a destruir a todas las comunidades palestinas mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) solo emite comunicados para «condenar enérgicamente» los abusos del gobierno de Benjamín Netanyahu, pero sin ejercer acciones concretas contra estos crímenes de lesa humanidad. El más reciente destrozo de las tropas israelíes fue demoler este jueves una guardería de beduinos desplazados en Cisjordania, reseñó HispanTV.
Ante semejante atropello, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) se pronunció. Además de condenar lo sucedido, alertó que la demolición “ocurre en medio de una intensificación de los actos israelíes contra las comunidades beduinas de Cisjordania y en el contexto de los planes de reubicación de estas comunidades”.
En el texto, el ente manifiesta su «preocupación» por las comunidades de las afueras del este de Jerusalén, ya que se «encuentran en un entorno cada vez más coercitivo». En este sentido, pide que se ponga «fin de inmediato a las demoliciones en Cisjordania” .
Aunque suene desolador, los palestinos no pueden esperar mucho de la ONU ni tampoco de la comunidad internacional. Según refirió Europa Press, estas instalaciones ya habían sido demolidas en otra ocasión y otras dos veces desmanteladas.
Los niños que recibían cuidados y pasaban sus horas allí, quedan ahora sin un lugar «seguro» para desarrollarse.
De acuerdo con las cifras de la misma ONU, el régimen de Israel ha destruido, desde el inicio de 2018, un total de 197 construcciones palestinas en la ocupada Cisjordania,por lo que el mes pasado le «ordenaron» detener las destrucciones.