El Ejército israelí bombardeó este viernes una posición militar del Ejército de Siria ubicada en los Altos del Golán, cerca de la ciudad de Quneitra, una provincia en el sur del país, según el reporte enviado a distintos medios por fuentes militares sirias.
En la contraparte, el servicio de prensa israelí comunicó que el Ejército de su país bombardeó tres piezas de artillería de las tropas del Gobierno sirio en respuesta a cinco proyectiles que fueron lanzados desde Siria.
Esta es la segunda vez en esta semana que Israel bombardea objetivos en Siria. El último ataque se produjo un día después de que el jefe del Ejército iraní, Mohammed Baqeri, advirtiera a Israel que dejara de realizar ataques al territorio sirio. Sin embargo, la aviación israelí destruyó con misiles -igualmente- una defensa antiaérea del Ejército sirio en la ciudad de Damasco.
Desde el estallido del conflicto sirio en 2011, han sido frecuentes los ataques aéreos o artilleros del ejército israelí contra las posiciones de las fuerzas gubernamentales sirias. Ante estas situaciones, el gobierno de Rusia decidió desplegar varios sistemas antiaéreos, S-300 y S-400, que cuentan con un alcance de 300 km y 400 km respectivamente, en la ciudad de Al-Masyaf, al suroeste de la provincia de Hama.
Este despliegue, afirman fuentes rusas, es para «dar una respuesta aplastante» a los reiterados bombardeos de la aviación israelí. En ese sentido, desde el gobierno ruso han señalado que los ataques israelíes son «un intento desesperado para facilitar la actuación de grupos armados», así como también «aumentar la moral perdida de las bandas extremistas y facciones rebeldes, sobre todo después de las contundentes victorias del Ejército sirio contra el terrorismo yihadista en varias regiones del país.