Por primera vez, una mujer, Yuriko Koike, fue elegida gobernadora de la ciudad de Tokio.
Koike, de 64 años, es una política con experiencia, que se presentó como independiente, se habría impuesto con casi un 50% de los votos a los otros 20 candidatos, un número récord, tras la dimisión en junio de Yoichi Masuzoe, implicado en un escándalo financiero.
Entre sus rivales, se encontraban el periodista televisivo Shuntaro Torigoe (76), apoyado por los principales partidos de la oposición, y el ex ministro de Interior nipón Hiroya Masuda (64 años), respaldado por el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD). De hecho, los liberales optaron por no respaldarla a ella sino a Masuda, el exgobernador de la prefectura de Iwate, quien no milita en sus filas.
El liderazgo del influyente PLD, que estaba furioso con la decisión de Koike de lanzar su candidatura, incluso había advertido a sus miembros que serían expulsados si no apoyaban a Masuda.
La popularidad de Koike en las encuestas tenía tan molestos a los líderes del PLD que el exgobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, hizo un polémico comentario a los votantes: «No le podemos dejar Tokio a una mujer con demasiado maquillaje».
Yuriko Koike, exministra de Medio Ambiente y de Defensa, asumirá el cargo por cuatro años y tendrá que supervisar la preparación de los Juegos Olímpicos del 2020, más de medio siglo después de que la ciudad acogiera los juegos de verano por última vez, en 1964.
Se hizo muy conocida como presentadora y entró en política en 1992. Como ministra de Medio Ambiente puso en marcha una campaña contra el cambio climático, en la que animó a funcionarios y empleados a quitarse la corbata y la chaqueta en lugar de aumentar la potencia del aire acondicionado en sus lugares de trabajo. Para promover esta campaña, organizó un pase de modas en el que desfiló ella misma por la pasarela.
Comunicadora prudente, de rostro redondo y gesto sonriente, habla inglés y árabe.