«Las vacunas estarán disponibles en las próximas semanas y meses, pero no nos engañemos. Una vacuna no puede deshacer el daño que se extenderá durante años, incluso décadas», afirmó el secretario general de las Naciones Unidas en la sesión especial de la Asamblea General, en la cual participan líderes de 141 países.
«La extrema pobreza está creciendo; la amenaza de una hambruna acecha. Enfrentamos la mayor recesión mundial en ocho décadas», advirtió Guterres a través de un nota publicada por AFP.
Enumeró los esfuerzos de la ONU para entregar suministros médicos durante la pandemia en 172 países, y destacó el trabajo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir la mortalidad y desarrollar una vacuna, diagnósticos y tratamientos «disponibles para todos».
«He llamado en repetidas ocasiones a que la vacuna del Covid-19 sea un bien público mundial disponible para todos, en todos los sitios», subrayó Guterres.
¿Cómo será posible? A través del «Acelerador ACT», una iniciativa de colaboración mundial para acelerar la producción y el acceso equitativo a las vacunas, y de uno de sus tres pilares, la plataforma COVAX que busca democratizar el acceso y a la cual se han sumado 180 países, indicó.
Guterres recordó que aún existe una brecha financiera de 28.000 millones de dólares para conseguir estos objetivos, incluidos 4.300 millones que se necesitan con urgencia en los dos próximos meses, y llamó a los países a incrementar sus donaciones.
El jefe de la diplomacia mundial subrayó que los esfuerzos adoptados para ayudar a los países en desarrollo durante la pandemia «son totalmente insuficientes», y llamó nuevamente a adoptar un paquete de ayuda global equivalente a un 10% del PIB mundial y a aliviar la deuda de los países que lo necesiten durante la crisis.
«Muchos países de ingresos bajos y medios necesitan apoyo inmediato para evitar una crisis de liquidez. Están siendo obligados a elegir entre suministrar servicios básicos a su pueblo, o pagar sus deudas», señaló.
Un total de 141 líderes mundiales y sus representantes participaron este jueves en la cumbre, con un discurso pregrabado de cinco minutos cada uno. Los presidentes de Rusia, Estados Unidos y China no participaron, pero fueron representados por ministros.