El jefe del Mossad (servicio de inteligencia israelí), Yossi Cohen, declaró que su país tiene una activa influencia en la situación actual de Irán. Cohen afirmó que les gustaría ver una revolución en el país persa y que “Israel tiene ojos, oídos y algo más” allí. Las declaraciones se dieron durante una sesión del ministerio de Economía israelí.
Las declaraciones confirman, en parte, las acusaciones del fiscal iraní, Mohamed Jafar Montazeri, quien denunció un plan conjunto entre Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita para debilitar a la República Islámica de Irán.
Todo esto se da en el contexto de agitación y fuertes movilizaciones ciudadanas por los problemas económicos del país, que ha terminado en enfrentamientos violentos y disturbios. Esta situación ha generado sospechas por parte de las autoridades israelíes, las cuales habrían identificado al ex agente de la CIA, Michael Andrea, como uno de los principales promotores de la violencia.
El líder del Mossad terminó su declaración desde Tel Aviv, afirmando que por más que la gente se haya volcado a las calles Israel debe “acotar sus expectativas” y que ver una “revolución” no es posible por lo pronto. Destacó, además, que el servicio de inteligencia de su país quiere mantener una posición de liderazgo e influencia a nivel mundial. “No podemos ser los segundos en cuanto a personal, defensa ante ciberataques y espionaje”, apuntó.
Si bien la intervención de estos países y sus intenciones respecto al gobierno de Teherán se mantiene como especulaciones, la actividad estadounidense ha generado críticas por parte de diversos líderes europeos. Todo mientras se espera que este viernes se esclarezca la posición de Trump respecto al acuerdo nuclear existente entre ambos países.