Lunes trágico en Oriente Medio. Este lunes, más de 100 personas murieron en Siria al estallar siete coches bomba, mientras que en Yemen fueron más de 40 los fallecidos por la explosión de dos bombas en la ciudad sureña de Adén.
Los ataques en Siria tuvieron lugar en dos localidades al oeste del país controladas por el Gobierno de Bashar Al-Assad y donde se encuentran las bases rusas. Se trata de las ciudades costeras mediterráneas de Jableh – provincia de Latakia, cercana a una base aérea rusa- y Tartus, donde Rusia mantiene una base naval.
Aún no se ha podido esclarecer el número total de víctimas. Según informa TeleSUR, mientras los funcionarios policiales confirman que la cifra supera a las 90 víctimas, fuentes extraoficiales aseguran que serían más de 120 los fallecidos.
El grupo terrorista Daesh reivindicó los atentados.
Por otra parte, en Yemen se perpetró el primer ataque terrorista cuando un kamikaze hizo estallar su cinturón de explosivos entre decenas de jóvenes aspirantes a reclutas en el barrio de Jor Maksar. Los jóvenes realizaban la cola para alistarse al Ejército de Yemen.
Minutos después la explosión de una bomba sacudió la base militar Badr.
Hasta el momento ningún grupo terrorista se atribuye la autoría de estos atentados.
En este país, los grupos terroristas Al Qaeda y Daesh (Estado Islámico) han aprovechado el actual conflicto del Yemen entre las fuerzas del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y los rebeldes hutíes, para expandirse por el sur del país.
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