Prisión provisional, comunicada y sin fianza, dictó la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña para tres de los sospechosos de haber participado en el homicidio de Samuel Ruiz, víctima de una brutal paliza grupal que terminó con su vida en la madrugada del pasado 3 de julio en el pase marítimo de A Coruña.
Según informa el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, en total fueron cuatro personas, tres hombres y una mujer de entre 20 y 25 años, los que pasaron a disposición judicial este viernes por la mañana como presuntos autores de esta golpiza mortal al joven integrante de la comunidad gay.
Los tres varones permanecerán en prisión debido a que la jueza aprecia riesgo de fuga y alteración o destrucción de pruebas, mientras que la mujer quedará en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado cuando se le solicite.
Los cuatro detenidos son sospechosos de haber cometido un delito de homicidio o de asesinato, según consta en el auto de la magistrada, y se definirá cuál de las dos tipificaciones corresponde aplicar a los imputados según evolucione la instrucción del caso que dirige el Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña.
Seis detenciones
Hasta el momento, el trabajo liderado por la Policía Nacional de España ha derivado en la detención de seis personas por su presunta implicación directa en la golpiza que terminó con la vida de Samuel Luiz. La Delegación del Gobierno de España en Galicia informó este viernes de las dos últimas detenciones y agregó que se trata de dos menores de edad, de nacionalidad española y amigos de los otros cuatro que pasaron este viernes a disposición judicial.
Según informan desde la delegación, ambos son sospechosos de homicidio y dicen que uno de ellos cuenta con antecedentes previos.
Se estima que podrían producirse nuevas detenciones en las próximas horas, ya que la Policía Nacional continúa trabajando en los testimonios y en las imágenes recabadas en el lugar de los hechos.
Quién era Samuel
Samuel Luiz tocaba la flauta travesera en la iglesia pentecostal desde los 15 años, informó el diario El País.
La víctima del irracional linchamiento colectivo de la segunda noche de copas, tras las restricciones en A Coruña, era el guía espiritual de un buen puñado de muchachos de la Congregación Cristiana: un movimiento evangélico fundado en Chicago en 1904, con seguidores en todo el mundo, que llegó a España a través de un gallego emigrado en São Paulo.
El chico muerto a golpes el sábado de madrugada estudió la Biblia y abrazó la fe desde crío a través de su padre, Maxsoud Luiz, un empleado del centro logístico de Zara en Arteixo (A Coruña) de origen brasileño. Maxsoud ejerce de diácono en el local coruñés de la congregación, que se reúne los jueves y los domingos. Y Samuel, con sus lecturas sagradas bajo el brazo, “lo acompañaba siempre”, explica un portavoz del Ayuntamiento de Arteixo, donde se ubica el barrio de Meicende (limítrofe con A Coruña), residencia de la familia Luiz Muñiz.
El coruñés de 24 años, víctima de la barbarie de otro grupo de jóvenes de su ciudad que no lo conocían de nada, se ha convertido en símbolo de la lucha contra la homofobia y su muerte ocupa titulares y debates en medios de comunicación de medio planeta. Algo con lo que su padre, según él mismo ha declarado, no se siente muy cómodo. Sus amigas íntimas aseguran a este diario que Samuel Luiz no ocultaba su orientación sexual y que en su familia “sabían” que era gay. Pero, tal y como ha declarado su progenitor, en su casa este era un tema pendiente de hablar, y nunca llegó a confirmarlo a sus padres.
La hipótesis principal con la que trabaja la Policía Nacional es que este crimen con tintes homófobos, por el que ya han sido detenidos, de momento cuatro vecinos de A Coruña de entre 20 y 25 años, se originó por un malentendido. Un joven creyó que Samuel y una chica estaban grabándolo con el móvil en alto a la salida de un local de copas, aunque lo que hacían era mantener una videoconferencia con otra amiga de Pontevedra.
Era ella quien sostenía el teléfono en la mano. Sin embargo, el agresor se acercó increpándolo a él y le pegó un puñetazo. La víctima trató de aclarar las cosas y después intentó distanciarse, pero acto seguido se abalanzaron sobre él al menos otros seis amigos del primer violento y lo mataron a golpes en la cabeza y el tórax. Entre los insultos, según el testimonio directo de Lina, la amiga que acompañaba en aquel momento al fallecido, repetían con insistencia los de “maricón” y “maricón de mierda”.
Fuente: CNN en Español/ El País
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