El arma secreta que Estados Unidos desarrolló para vencer a Rusia en la guerra fría y que nunca se usó, la estrena hoy en Siria, esto, como una parte del gran ataque con misiles, drones y sus aviones tradicionales.
El argumento es acabar con el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe). Pero como gran paradoja, por el otro lado ayuda y entrena militarmente a los rebeldes y a la oposición siria para derrocar al Gobierno de Siria. Entonces, parece que EE.UU. lidera una coalición para acabar con Siria, contra los terroristas y contra el Gobierno.
A eso le sumamos que el ataque de EE.UU. en ese país viola el derecho internacional, porque no tiene la autorización del propio Gobierno para hacerlo. Rusia afirma que la coalición no tiene fundamento legal.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dice que no importa, que a la violencia hay que darle violencia. Su operación cuesta mil millones de dólares al mes. Mientras todo esto sucede, los terroristas del EIIL siguen cortando cabezas y amenazan con izar la bandera negra en la Casa Blanca.
En este programa especial de «Detrás de la Razón» se confrontan posiciones para tener una reflexión más acabada de lo que los medios convencionales dicen de esta compleja crisis fundada desde los más oscuros intereses del poder.