«La destrucción de los lugares históricos de la ciudad siria de Palmira, tomada por los islamistas, se considerará un imperdonable acto de vandalismo, violación de los valores humanos y de la civilización«, sostiene el portavoz de la Cancillería rusa, Alexánder Lukashévich, informa TASS.
Asimismo, Lukashévich afirma que existe «una seria preocupación por el destino del patrimonio cultural e histórico de la humanidad, de legítimo orgullo de los sirios».
La ciudad de Palmira, que alberga patrimonio de la humanidad reconocido por la Unesco, fue tomada este miércoles por elEstado Islámico después de sangrientos enfrentamientos con el Ejército de Siria.