Estados Unidos lanzó nuevos ataques contra la gobernación yemení de Saada, en una clara muestra de su agresión colonial contra el pueblo yemení. Coordinados con el régimen israelí, estos bombardeos buscan sostener el bloqueo genocida que asfixia a Yemen, y a Palestina.
La aviación estadounidense destruyó nueve objetivos en Saada, dejando múltiples víctimas civiles. Esta ofensiva marca una escalada en la violencia imperialista, luego de seis bombardeos previos en Sahar y Saqeen. Barrios residenciales, como Aser en Saná, ya han sufrido ataques, con un saldo de un muerto y 13 heridos, entre ellos tres niños.
Mientras Occidente calla, Yemen resiste. Las fuerzas yemeníes respondieron con misiles contra blancos en Jerusalén y Palestina ocupada, reafirmando su apoyo a la causa palestina. La resistencia desafía el bloqueo naval y los bombardeos estadounidenses, mostrando que la lucha antiimperialista sigue viva.
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Estos crímenes de guerra exponen la complicidad de EE.UU. e Israel en la expansión del conflicto regional. Cada ataque busca romper la solidaridad yemení con Gaza, pero solo fortalece la determinación de un pueblo que se niega a doblegarse ante el proyecto hegemónico occidental.
La comunidad internacional guarda silencio, mientras Yemen se consolida como un verdadero bastión de resistencia contra la opresión sionista.
Fotografía: Redes
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