La Iglesia católica italiana se alzó contra una decisión judicial que le obliga a pagar un impuesto sobre bienes inmuebles, del que hasta ahora estaba eximida.
La ciudad de Livorno (oeste) logró que la Corte de Casación obligara a las escuelas privadas concertadas, esencialmente católicas, pagar este impuesto, debido a la actividad lucrativa de los centros.
“Es una decisión ideológica, peligrosa e incongruente”, declaró el secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, monseñor Nunzio Galantino, citado el domingo por la prensa italiana. “Es como si se pusiera en el mismo plano un establecimiento de caridad y un restaurante de moda”, añadió.
El impuesto podría llevar al “cierre de las escuelas privadas concertadas”, que permiten un ahorro de “6.500 millones de euros al Estado”, continuó Galantino.
Las 13.600 escuelas privadas concertadas en Italia, de las cuales 8.700 son católicas, acogen 1,3 millones de estudiantes.
La decisión judicial “pone fin a un privilegio que data de la Edad Media”, se felicitó por su lado Arturo Scotto, jefe de fila de los diputados del Sel, la izquierda radical ecologista.
El gobierno podría no obstante dejar sin efecto la decisión, adoptando un decreto bajo la presión de su mayoría, donde hay muchos católicos, estimó el domingo la prensa italiana.
AFP