«A pesar de los intentos de Europa de atajar el impacto del alcohol en la salud, la cantidad de alcohol consumido en los países de la UE es mayor que el resto del mundo y la incidencia de muchos cánceres digestivos relacionados con el alcohol está en aumento». Con estas palabras de Michael Manns, presidente de la Unión Europea de Gastroenterología (UEG), se resume un grave problema de salud pública menos conocido de lo que debiera: que el consumo de alcohol, incluso moderado, multiplica las opciones de sufrir cáncer. En España, el 15% de los tumores diagnosticados a los hombres tienen relación con el alcohol, frente al 10% de la media europea.
Al margen de los 60 tipos de enfermedades asociados a las bebidas alcohólicas, el simple consumo de dos bebidas de este tipo al día aumenta un 21% las opciones de sufrir cáncer colorrectal, entre otros tipos. Pero es que una simple bebida alcohólica al día ya supone elevar el riesgo de cáncer de esófago. Tomar de dos a cuatro ya se relaciona con siete tipos de cáncer digestivos. El abuso de alcohol es responsable de la mitad de los cánceres de hígado de Europa. Y los grandes bebedores, aquellos que superan las cuatro o cinco bebidas diarias, se exponen de forma alarmante a sufrir cáncer de páncreas, uno de los más mortales con apenas cuatro meses y medio de supervivencia tras el diagnóstico. Son algunos de los datos que ofrece un informe publicado por la UEG alertar sobre estos riesgos.
Porque aunque hay una sólida evidencia que sugiere que cuanto más alcohol beba la gente mayor es el riesgo de cáncer digestivo, la conciencia sobre los peligros de beber en Europa es escasa. Y precisamente por eso los expertos de la UEG publican este informe y reclaman una campaña educativa para resaltar el vínculo entre el alcohol y los cánceres digestivos. Por ejemplo, una encuesta reciente mostraba que nueve de cada 10 británicos desconoce que existe relación entre el consumo de alcohol y el cáncer; y uno de cada cinco europeos niega que pueda haber esa conexión.
Sin embargo, la literatura científica liga claramente el alcohol a siete tipos de cáncer, también el de mama en mujeres que toman más de un vaso de vino o de cerveza al día. Por lo general, se entiende que ese vaso es la medida recomendable que no se debe superar en mujeres y dos vasos sería el límite máximo en hombres. Pero ningún consumo es mejor que un consumo ligero, como vuelven a insistir en este informe los expertos de UEG, en el que se denuncia que la región europea es la de mayor consumo de alcohol del mundo, con una media de dos bebidas diarias. España, según ese trabajo, estaría a la cola del consumo, con unos 9 litros de alcohol puro por persona y año, lejos de los líderes europeos, que son Lituania (18), República Checa, Rumanía, Bulgaria y Croacia. No en vano, el riesgo de morir por causas relacionadas con el alcohol es siete veces mayor en Europa del Este que en la zona mediterránea.
«Actualmente, la gente está acostumbrada a zonas libres de humo, por lo que no es inconcebible que lo mismo suceda con el alcohol, reduciendo así la accesibilidad, los niveles de consumo y la incidencia de cáncer digestivo», asegura en el informe Rebecca Fitzgerald, experta en cáncer de esófago del Hospital Addenbrooke de Cambridge. Precisamente, la combinación de estas bebidas con el tabaco es la razón fundamental que explica la gran incidencia de cánceres digestivos en Europa del Este. Con todo esto, se prevé que de aquí a 2035 se sufran 135.000 muertes solo en el Reino Unido debidas al alcohol. «Es hora de que Europa cambie su actitud hacia el consumo de alcohol. Los costes sociales y las consecuencias sanitarias del aumento del consumo de alcohol son enormes. Ahora es el momento de tomar medidas positivas y proactivas en beneficio de las generaciones actuales y futuras», reclama Paul Fockens, próximo presidente de UEG.