La peligrosa espiral del conflicto en Gaza: Netanyahu y su ultimátum para reanudar operaciones militares

La reciente amenaza del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de retomar los combates en la Franja de Gaza si Hamás no libera a más rehenes expone una vez más los riesgos de una política beligerante que podría derivar en un recrudecimiento del conflicto en la región. El cese al fuego, alcanzado con esfuerzo tras meses de violencia, parece pender de un hilo ante la escalada de declaraciones y acciones por parte de ambos bandos.

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Netanyahu ha advertido que si Hamás no cumple con la liberación de los rehenes este sábado, Israel no dudará en romper la tregua y reanudar las operaciones militares en Gaza. Este tipo de ultimátum refleja una clara estrategia de presión, pero también pone en jaque los avances hacia una paz duradera, al tiempo que acrecienta la incertidumbre en un contexto ya de por sí explosivo.

Hamás, por su parte, acusa a Israel de incumplir los acuerdos del alto el fuego, señalando la falta de ayuda humanitaria suficiente en Gaza, lo que complica aún más el frágil panorama. Si bien Netanyahu ha ordenado el refuerzo militar en la frontera con Gaza, la realidad es que una nueva escalada tendría consecuencias devastadoras no solo para los civiles atrapados en el conflicto, sino también para la estabilidad de toda la región.

Es en este delicado escenario donde las presiones externas, como las de Donald Trump, añaden otra capa de complejidad. El expresidente estadounidense ha instado a Israel a no solo exigir la liberación de más rehenes, sino a romper completamente el alto el fuego si Hamás no libera a todos los secuestrados antes del sábado. Esta postura, lejos de contribuir a la paz, aviva las tensiones y deja a Israel y Hamás en una espiral de confrontación casi inevitable.

Las implicaciones de un regreso a la guerra no pueden ser subestimadas. Gaza, devastada por años de conflicto, enfrenta un desastre humanitario creciente, y la posibilidad de una nueva ofensiva israelí sumaría más sufrimiento a una población exhausta. Netanyahu parece dispuesto a jugar con fuego, apostando por una posición de fuerza que, si bien podría otorgarle réditos políticos a corto plazo, también podría desembocar en una crisis humanitaria sin precedentes y en una región aún más inestable.

Foto: Agencia Xinhua

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