Los gobiernos de la Unión Europea (UE) aprobaron este viernes el acuerdo sobre migración con Turquía para deportar a este país a todos los migrantes, incluidos los refugiados de la guerra de Siria, que lleguen a Grecia.
El acuerdo, que entrará en vigor a partir del próximo domingo 20 de marzo, consiste en devolver no colectivamente, porque es ilegal, a todo los «migrantes irregulares nuevos» que lleguen a las islas helenas. Sería tramitar uno a uno todos los expedientes, pero al considerar que Turquía es un «país seguro», se denegaría sistemáticamente el asilo en la UE al que haya pasado antes por Turquía.
La postura alcanzada por las parte prevé, en particular, el intercambio de inmigrantes según la fórmula ‘uno por otro’, es decir, que por cada sirio «ilegal» que sea devuelto a Turquía otro sirio será realojado legalmente en Europa directamente desde un campamento turco.
Ahora mismo Grecia no está preparada para recibir a decenas de miles de personas, gestionar sus peticiones de asilo y denegarlas en «cuatro o cinco días» máximo. Por eso, en la práctica habrá que ver cómo se lleva a cabo el plan porque, además, es necesario también que Turquía cambie varias leyes.
Sin embargo, como la medida no es retroactiva, la urgencia recae en evitar que si se dilata el plazo, miles de refugiados intentaran entrar a Grecia en los próximos días.
A cambio, la Unión Europea se compromete a acelerar la liberalización de los visados para nacionales turcos y las negociaciones sobre el ingreso de Turquía en el bloque europeo, así como el pago de 3.000 millones de euros adicionales para ayudar a Ankara a combatir la crisis migratoria.
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