Donald Trump había prometido traer la energía del mundo del espectáculo a la convención republicana, pero fueron los demócratas quienes montaron un ‘show’ con importantes figuras del espectáculo para investir a Hillary Clinton como su candidata presidencial.
Poco antes de que Clinton pronunciara el discurso de aceptación de una candidatura histórica, la Convención Nacional Demócrata, celebrada en Filadelfia, presentó a una de las mayores estrellas: Katy Perry.
La cantante pop de 31 años imprimió a la convención el aura de sus conciertos, con los delegados bailando y alzando sus teléfonos móviles iluminados.
Cono un micrófono revestido de los colores de la bandera estadounidense, Perry interpretó dos canciones que Clinton podría fácilmente tomar como himnos: su hit ‘Roar’ y su último single, ‘Rise’.
La voz de Perry regresó al culminar la convención, mientras Clinton y su compañero de fórmula, Tim Kaine, salían al escenario cuando entonaba su hit ‘Firework’ y estallaban fuegos artificiales en el escenario del Wells Fargo Center.
Perry, que señaló que sus padres apoyaban al Partido Republicano de Donald Trump, urgió a los jóvenes a votar en las elecciones del 8 de noviembre.
«Tendrán tanta incidencia como cualquier millonario», dijo.
Perry utilizó también una herramienta que domina como pocos: las redes sociales.
Perry, que se definió como «la fan número uno» de Clinton, compartió su mensaje en Twitter, donde tiene más seguidores que ningún otro en el mundo: 91 millones, mucho más que los votos que recibió el presidente Barack Obama en 2012.
– Hablan las estrellas –
Pero Katy Perry no fue la única celebridad de primer nivel que se subió al escenario de la convención demócrata.
La leyenda del ‘folk rock’ Paul Simon cantó en la noche de apertura el lunes, mientras Lenny Kravitz, Alicia Keys, Boyz II Men y Demi Lovato también se presentaron.
Fuera del escenario, la diva pop Lady Gaga y Snoop Dogg, el grande del hip-hop y entusiasta de la marihuana, también entretuvieron a los delegados.
Cuando se exhibió un vídeo biográfico con formato de documental para introducir a Clinton, la audiencia pudo reconocer de inmediato la voz de Morgan Freeman.
Otros pesos pesados de Holywood ofrecieron su brillo para impulsar la candidatura de Clinton, incluyendo a Meryl Streep, quien resaltó su histórico papel como la primera mujer candidata de uno de los principales partidos a la Casa Blanca.
«¿Qué se necesita para ser la primer mujer en lo que sea?», inquirió Streep, quien encarnó a Margaret Thatcher. «Se requieren agallas y gracia».
La actriz Eva Longoria subió al podio para rechazar los ataques de Donald Trump contra los mexicano-estadouonidense, señalando que su familia llega a los tiempos en que Texas era parte de México.
La leyenda del baloncesto Kareem Abdul-Jabbar, de su lado, fustigó a Trump por su propuesta de prohibir el ingreso de musulmanes a Estados Unidos, invocando que la Constitución garantiza la libertad de religión.
– Duros de matar por Sanders –
La comediante Sarah Silverman tuvo una de las intervenciones más señaladas de la convención. Exseguidora de Bernie Sanders, dijo a los irreductibles del senador de Vermont que eran unos «ridículos» si no apoyaban a Clinton en su liza con Trump.
Sin embargo, muchas de las celebridades que respaldaron a Sanders no se plegaron a Clinton, como la actriz Susan Sarandon, quien dijo estar «indignada» por los prejuicios contra Sanders revelados en miles de e-mails filtrados de los integrantes del Comité Nacional Demócrata.
No obstante, la exhibición de celebridades tuvo sin dudas un fuerte contraste con la de la convención republicana, que tuvo lugar una semana antes en Cleveland.
Trump, que tuvo el ‘reality show’ ‘Celebrity Apprentice’, había prometido llevar el glamour y las sorpresas del mundo del espectáculo a la convención.
La banda Third Eye Blind también tuvo presencia en los márgenes de la reunión de Cleveland, pero para denunciar a los republicanos por sus posturas sobre algunos temas, incluyendo los derechos de los homosexuales.
Trump ha enfrentado duras críticas de una larga lista de celebridades que le reprocharon la utilización de sus temas en mitines de campaña, incluyendo The Rolling Stones, Adele, R.E.M., Neil Young y los herederos de Luciano Pavarotti y George Harrison.